barcelona - Alcaldes y concejales en representación de 920 municipios catalanes -de un total de 947- simbolizaron ayer el abrigo del municipalismo a la consulta en un acto que sirvió también para validar la apuesta de Artur Mas y del bloque de partidos proclives al referendo de mantener vivo el 9-N. Un encuentro donde el president lanzó un claro mensaje al Estado español al advertir de que “por mucho que intenten callar la voz del pueblo de Catalunya, no lo lograrán”. De hecho, la fotografía de la unidad de las formaciones que invocan el derecho a decidir ha tenido ya la primera consecuencia práctica al retomar, en cierta manera, el Govern la campaña instititucional con la emisión -ayer mismo a las 14.29 minutos- de un anuncio en la televisión pública catalana (TV3).

La Generalitat se ha cuidado de que el spot difiera del primero que vio la luz para sortear la suspensión que decretó el Tribunal Constitucional (TC). Comienza igual, con imágenes resaltando la importancia del 9 de noviembre en el calendario, pero se corta de golpe para pasar a una pantalla en negro que anuncia la paralización de la consulta por parte del Alto Tribunal. Una voz en off lee los mensajes: “La consulta popular no refrendaria sobre el futuro político de Catalunya ha sido impugnada a instancias del Gobierno español. Como consecuencia de esta impugnación, se informa que la campaña Tú decides ha sido suspendida de manera cautelar y temporal. El Gobierno catalán ha acordado promover las iniciativas legales, políticas e institucionales para garantizar el ejercicio del derecho a decidir el futuro político de Catalunya”. El último mensaje invita a los ciudadanos a llamar al teléfono de información de Catalunya, el 012. Es decir, en la información final no se cita el referendo, sino que se limita a prometer que se hará lo posible para que los catalanes acudan a las urnas.

Mas se refugió ayer en la cohesión lograda para plantar cara a Madrid, una “piña” que aglutina a las fuerzas del Parlament que avalan el 9-N, el apoyo institucional y el de los ayuntamientos, o las movilizaciones sociales, las “fortalezas” -definió- que “vencerán” las “dificultades, obstáculos, muros y rocas” que, en su opinión, pone el Gobierno español. El líder de CiU llamó además a “no bajar la guardia” ante los que les querrían ver “con la cabeza agachada y la espalda doblada”, lamentando que en cualquier otro Estado el Ejecutivo de turno “ya estaría sentado a la mesa negociando” con ellos “la forma legal para poder votar”, pero que, en cambio, Catalunya “topa” con uno que actúa con “enorme hostilidad e intolerancia”.

representación Además de Mas y de los regidores, el evento contó con la asistencia de la presidenta del Parlament, Núria de Gispert; la vicepresidenta del Govern, Joana Ortega; el conseller de la Presidencia, Francesc Homs; la presidenta de la Asamblea Nacional Catalana, Carme Forcadell, y de la de Òmnium Cultural, Muriel Casals, entre otros. El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, destacó cómo la capital catalana “da la cara” en la apuesta “clarísima” del 9-N pese a admitir que el camino es “difícil y complicado”. De entre los dirigentes que participaron en la maratoniana cumbre del pasado viernes solo asistió el republicano Oriol Junqueras, espoleado por las encuestas electorales, quien dijo sentirse “muy tranquilo”, reconociendo que este es “un tiempo de preocupación” por las dificultades a afrontar, y reprochando a Rajoy que “pone en peligro y amenaza la democracia” al impedir que los catalanes voten.

Paralelamente, el coordinador general de CDC, Josep Rull, alentó a llevar a “todos los rincones de Catalunya” la voluntad de una votación ciudadana sobre el futuro político catalán, llamando a la población a implicarse en la campaña del sí-sí bajo el lema Ara és l’hora’. Nada que ver con el posicionamiento de la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, quien desde Guadalajara emplazó a Mas a “cumplir la ley o a dimitir e irse”, porque “ha puesto a Catalunya en una situación límite”. A su entender, la instantánea del president con los demás responsables del bloque soberanista “ demuestra que no es unión política, sino una unión de intereses, la demostración de que el president Mas está en manos de los radicales”. Por su parte, el socialista Miquel Iceta sostuvo que se debe comenzar a decirle a la gente que “es muy posible” que no se pueda votar el 9-N “con las mínimas condiciones democráticas exigibles” para que el resultado sea valido.

Falta por conocer cuál será la estrategia del Govern y de las fuerzas que le escoltan de cara a garantizar que se celebre el referendo, y es que todo apunta a que si el próximo día 12 no está todo diseñado, será un reto imposible dar curso al referendo.

Presión de IU. El coordinador federal de IU, Cayo Lara, aseguró ayer que su formación presionará al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el Congreso para que autorice la consulta en Catalunya y asegure que se celebra “con plenas garantías democráticas”.

Expulsión de Ciutadans. C’s expulsó ayer a dos concejales del Ayuntamiento de Gimenells (Lleida) por abstenerse en la votación de la moción de apoyo a la consulta del 9 de noviembre y permitir que el pleno la aprobara.

Querella de UPyD. La diputada de UPyD, Irene Lozano, confirmó ayer que la formación magenta presentará una querella contra Mas por “desobedecer” al Tribunal Constitucional.

Juan Calparsoro. El fiscal superior del País Vasco, Juan Calparsoro, no aprecia delito en la conducta de Artur Mas respecto a la consulta tras la suspensión del TC. “El hecho de buscar fórmulas para que los ciudadanos puedan expresar sus demandas de autodeterminación no puede decirse que sea delito”, señala.