gasteiz - Apenas seis días después de reclamar el apoyo de los socialistas en el Pleno de Política General, el lehendakari trasladó ayer en persona esta petición a la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, en el primer encuentro de una ronda que reunirá a Iñigo Urkullu con los líderes de la oposición en las próximas semanas. Pero el orden de estas reuniones no es baladí. Los socialistas ocupan una “posición preferente clara” en la búsqueda jeltzale de alianzas, como reconocía también ayer el portavoz del Ejecutivo autonómico, Josu Erkoreka, y Mendia, consciente de esta privilegiada situación, mantiene entreabierta la puerta del entendimiento, sin perder distancia, a la espera de entrar de lleno en la negociación de los Presupuestos del próximo ejercicio.
Tras algo más de dos horas de una reunión que comenzó con un cordial saludo entre ambos dirigentes, Mendia describió la acontecido en las entrañas de Lehendakaritza como una “primera toma de contacto” desde su novedosa condición de líder de los socialistas en la CAV. En su intervención, se preocupó ante los medios de comunicación de reiterar que los acuerdos alcanzados con el Ejecutivo autonómico hace cinco meses en ese mismo emplazamiento “están cumplidos”, al menos por lo que se refiere a la cuota de responsabilidad que asumió su partido, aunque no en la parte correspondiente al Gobierno Vasco.
El propio Urkullu entonó el mea culpa en sede parlamentaria al reconocer el “retraso” del Ejecutivo en la puesta en marcha de algunas de estas medidas destinadas a favorecer la creación de nuevos puesto de trabajo y mejorar la economía vasca, un comportamiento que la líder socialista afea a su interlocutor pero que no parece ser un escollo insalvable para que ambas fuerzas confluyan de nuevo.
En el precio que Mendia pone a sus 16 votos parlamentarios, suficientes para que el PNV supere la franja de minoría parlamentaria, la petición inicial es que el Gobierno Vasco termine de cumplir el compromiso adquirido en mayo y aplique estas medidas, que aunque pensadas para combatir el paro y elevar los indicadores económicos desde este mismo ejercicio, desarrollarán al máximo su potencialidad a partir de 2015.
El PSE quiere ver un fiel reflejo de este compromiso en el proyecto de Cuentas que el PNV presentará en las próximas semanas, una vez que el Consejo Vasco de Finanzas previsto para el día 15 sitúe el techo de gasto de las arcas autonómicas. Si el lehendakari no presenta unos presupuestos “de resignación” y recoge estas pautas, así como las cantidades plurianules que se pactaron para dar continuidad a estas iniciativas, “empezaremos a hablar”, sentenció Mendia.
El compromiso del lehendakari es firme, según fuentes del Gobierno Vasco, desde donde advierten que “los acuerdos están para cumplirse”. Estas mismas fuentes coinciden con la versión ofrecida por Mendia a la hora de señalar que el gasto social fue uno de los ejes principales sobre los que pivotó la reunión de Gasteiz.
Desde su toma de posesión, la nueva secretaria general está volcada en abanderar la lucha en favor de un aumento del gasto social por parte de la instituciones para favorecer la necesidades más apremiantes, por lo que este aspecto también resultará determinante en la posición del PSE ante futuras alianzas presupuestarias. Los socialistas rechazarán “la falta de recursos” como argumento para no elevar la dotación en este ámbito, ya que “cuando se ha querido, se han encontrado recursos”, señaló Mendia en referencia al pago de la multa impuesta por las llamadas vacaciones fiscales.
Frente a la distancia expresada por la líder del PSE ante los compromisos que aguarda por parte del Gobierno Vasco, mostró un pleno respaldo para impedir que desde Madrid se “laminen” competencias vía legislación básica, un mensaje de apoyo que trasladó tan solo un día después que de se diera a conocer que la Abogacía del Estado pretende dejar sin efecto la OPE de la Ertzaintza.
Y junto a la de cal, la de arena llegó en forma de una nueva advertencia al lehendakari desde la bancada socialista para desmarcarse de cualquier “aventura que pretenda dar respuesta exclusivamente a reivindicaciones nacionalistas”, en referencia al debate sobre la búsqueda del nuevo estatus político y el derecho a decidir de la sociedad vasca en esta materia.
Con todas las piezas sobre el tablero, Mendia y Urkullu mantendrán vivo el flujo de comunicación en las próximas semanas y serán ellos personalmente, según ha podido saber este periódico, quienes ejerzan de interlocutores para desbrozar el camino que conduzca a un nuevo acuerdo que se traduzca en la habilitación de Cuentas y la estabilidad institucional.