BARCELONA - De la cascada de reacciones al caso Pujol y sus derivadas sobresalió la del alcalde de Barcelona, Xavier Trias, dirigente de peso en CiU, para quien lo que tiene que hacer el expresident de la Generalitat es “desaparecer”. No en vano, el regidor de la capital catalana fue conseller de Sanidad y de Presidencia durante sus legislaturas, de ahí su tristeza porque “nos ha fallado”. “La sombra del pujolismo se ha acabado”, lamentó Trias. “Lo que hay que hacer es mirar hacia adelante. Y adelante es que ya no hay un lastre. Nosotros teníamos siempre la sombra de Pujol. Mas, pese a su desbordante personalidad, tenía la sombra de Pujol. Y ahora ya no la tiene. Es una etapa que se ha acabado”, enjuició.

En este contexto, el portavoz del Govern, Francesc Homs, eludió valoraciones morales al respecto de este episodio -desagradable para el Ejecutivo-, o describir sus propios sentimientos. “Comprenderá que me lo pueda reservar para mí, buena cara no tengo, ¿verdad?”, respondió a un periodista. “Produce angustia lo que hemos conocido del president Pujol y también producen angustias ciertas declaraciones porque a algunos se les ve el plumero”, aseveró reclamando serenidad en los pronunciamientos.

Quizás se refería a manifestaciones altisonantes como la de la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, quien afirmó que el montante económico que poseía Pujol en el extranjero “parece ser la punta del iceberg” en una Catalunya que “se había convertido en un régimen”. “Es el 3% de las comisiones que se cobraban de todas las obras y servicios”, dijo en referencia a la alusión que hizo en su día Pasqual Maragall sobre el cobro de comisiones en los gobiernos de CiU, que Aguirre aseguró no comprender “por qué no se siguió investigando”. Por su parte, el presidente de la CEOE, Juan Rosell, expresó su absoluta sorpresa con la confesión de Pujol: “Que se te caiga de un día para otro esta referencia es duro”.

Desde el Gobierno Vasco, su portavoz, Josu Erkoreka, reclamó separar lo que son “actuaciones personales o familiares que no han sido precisamente edificantes y que incluso pueden entrar de lleno en la irregularidad administrativa o penal”, de la acción política, en alusión a la vía hacia la consulta. - I. Santamaría