MADRID. En su intervención en el Congreso extraordinario que elegirá a Sánchez como nuevo líder del partido, Rubalcaba, muy emocionado ante la ovación de sus compañeros, ha garantizado que nunca abandonará su compromiso político y será socialista hasta el final de sus días.

Rubalcaba ha subrayado que ha servido al PSOE y a España con todas sus fuerzas y ha lamentado que muchos ciudadanos hayan dejado de creer en la política justo cuando cree que la necesitan más que nunca para solucionar sus problemas.

"Abandono la primera línea política, pero nunca abandonaré mi compromiso político. Soy socialista y lo seré hasta el final de mis días", ha afirmado vehementemente.

El dirigente socialista ha hecho un breve repaso de la gestión de la Ejecutiva saliente y ha destacado el trabajo que se llevó a cabo para la Conferencia Política que acordó propuestas "radicalmente reformistas" en política económica y social.

También en lo relativo al debate territorial, alusión que le ha llevado a asegurar que la reforma federal que plantea el PSOE se va abriendo paso entre las iniciativas de "ruptura e inmovilismo" que otros defienden porque la de los socialistas es audaz y se fundamenta en el pacto.

Esa reforma cree que servirá no sólo para el problema de Cataluña, sino para todas las comunidades.

"Se habla de tercera vía. No sé si la nuestra es la primera, la segunda o la tercera, pero pienso que es la única vía posible para resolver el problema territorial de nuestro país y para seguir conviviendo juntos", ha sentenciado.

Apartado especial ha dedicado para hacer a los suyos la petición de que pongan en práctica los principios del partido.

En ese sentido, ha precisado que no basta con tenerlos, sino que hay que practicarlos, y, entre los principios que ha instado a evidenciar ha citado la lealtad, la coherencia (pero sin dogmatismo, ha precisado), así como la honestidad, la austeridad y el compañerismo.

"Olvidar uno solo de estos principios nos trae malas consecuencias. Los españoles no perdonan que lo hagamos y hacen bien, porque a la izquierda se le tiene que medir por la calidad de su proyecto político y la solidez de su liderazgo, pero, sobre todo, por sus principios y valores y por ser ejemplares todo el día", ha precisado.

Ha arengado asimismo a "trabajar, trabajar y trabajar" por la izquierda que representa el PSOE.

"Es la izquierda que quiere gobernar, que no se conforma con protestar en la calle cuando gobierna la derecha y que sabe que no nos van a votar por lo que hicimos, sino por lo que seamos capaces de proponer", ha dicho.

El líder saliente del PSOE ha subrayado que el de este fin de semana es en verdad un congreso extraordinario por muchas razones, entre ellas porque por vez primera el secretario general es elegido directamente por los militantes, momento en el que ha reconocido que fue una propuesta complicada que quiso llevar a cabo tras garantizar que se cumplía con la legalidad interna del partido.

Rubalcaba ha agradecido tanto a Sánchez como a Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias su participación en la carrera para el liderazgo del partido porque ha permitido demostrar que el PSOE está dispuesto a cambiar.

Ha ensalzado también el trabajo a los integrantes de su Ejecutiva y ha dado las gracias a quienes confiaron en él para diversos cargos en el Gobierno y el partido.

En concreto, ha citado a Felipe González ("Siempre ha sido mi maestro. De él lo he aprendido todo", ha dicho), José Luis Rodríguez Zapatero, Joaquín Almunia, José María Maravall y Javier Solana.

A ellos se ha referido como "un equipazo, el 'dream team'", aunque ha bromeado para rectificarse a sí mismo de forma inmediata y, apelando a su condición de madridista, señalar que son como "la Quinta del Buitre".

En su alusión a su etapa en el Ministerio del Interior ha destacado que le permitió trabajar en el final del terrorismo de ETA, subrayando, entre aplausos, que ese final se consiguió con Zapatero en la Moncloa y Patxi López como lehendakari.

Rubalcaba se ha mostrado convencido de que el PSOE está recuperando ya la confianza de los ciudadanos que se alejaron del partido y ha instado a sus compañeros: "Hay que confiar en nosotros mismos".

Sus últimas palabras en público como secretario general socialista han sido también para agradecer lo vivido: "El PSOE no me debe nada. Yo se lo debo todo al PSOE. Le debo lo que he sido y haber podido trabajar por mis convicciones. Gracias de corazón, sabéis que me tenéis donde esté".