kiev - Alrededor de mil personas, entre milicianos prorrusos y civiles, han muerto desde el inicio hace más de dos meses de las acciones militares sólo en la región, en el sureste de Ucrania, afirmó ayer uno de los líderes rebeldes, Andrei Purguin. “Ya podemos hablar de un total de mil muertos en el Donbass (región minera)”, lamentó el viceprimer ministro de la República Popular de Donetsk, declarada en referéndum como independiente de Ucrania.
Muchos fallecieron y fueron enterrados en la ciudad de Slaviansk y sus alrededores, símbolo y baluarte de la rebelión prorrusa que estalló a mediados del pasado mes de abril.
Al menos un centenar de personas, la mayoría milicianos, murieron en los combates por el aeropuerto de Donetsk, situado en la capital de la región. “Bajo los escombros del aeropuerto de Donetsk siguen unos 35 cuerpos”, denunció el líder prorruso en declaraciones a los periodistas.
También el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, dio cuenta ayer de las bajas sufridas por las tropas ucranianas desde el inicio de la operación antiterrorista lanzada por Kiev para recuperar el control de las regiones rebeldes de Donetsk y Lugansk. “A día de hoy tenemos casi 150 fallecidos, más de 300 heridos y 174 secuestrados”, dijo Poroshenko en Estrasburgo, donde intervino ante la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa. El líder ucraniano acusó a los separatistas de haber matado a 18 soldados de su país desde la declaración el pasado viernes de un alto de fuego unilateral por parte de Ucrania.
Las escaramuzas entre los dos bandos, con muertos en ambos lados, no han cesado de hecho en ningún momento, ni siquiera después de la tregua alcanzada el pasado lunes entre representantes de Kiev y de los insurgentes. Los milicianos han reconocido “intensos tiroteos” entre las fuerzas gubernamentales y los prorrusos en el área del aeropuerto de Kramatorsk, localidad vecina de Slaviansk, después de que un avión de carga ucraniano arrojara ayer tres cajas con un cargamento desconocido sobre el aeropuerto. - Efe