gasteiz - En una jornada parlamentaria atípica, donde asuntos tan dispares como la aplicación de un control más exhaustivo a los cargos públicos o el homenaje al dirigente socialista Enrique Casas lograron el apoyo unánime de los grupos, las respectivas bancadas volvieron a mostrar la amplia brecha que les separa cuando toca hablar del modelo de Estado.
UPyD fue el encargado de llevar, de nuevo, a pleno esta iniciativa en la que cada sigla reiteró las conocidas bondades que abundan en cada propuesta, pero ninguna fue capaz de concitar los apoyos suficientes para que la mayoría de la Cámara vasca mostrará su adhesión a algunas de las vías que se escucharon durante el debate.
El PNV fue el único partido que no trasladó ninguna propuesta alternativa en forma de enmienda y, pese a compartir el derecho a decidir que EH Bildu priorizó como eje sobre el que edificar un nuevo tiempo en Euskadi, los jeltzales rehusaron sumar sus votos a los de la bancada soberanista dada la “importancia” de esta reivindicación como para incorporarla a “juegos de quién es más nacionalista en un momento u otro”, según apostilló el portavoz del PNV, Joseba Egibar.
Hasier Arraiz (EH Bildu) destacó la “grave crisis” del modelo de Estado español y frente a las voces que reclaman reformas abogó por el reconocimiento de las diferentes naciones. “No queremos la reforma de la reforma del régimen franquista”, alegó.
Por el contrario, los socialistas, por boca de José Antonio Pastor, insistieron en que una modificación de la Constitución que parta del “reconocimiento del valor de la misma” debe ser el punto de partido de una nueva era, mientras que Arantza Quiroga (PP) reivindicó la vigencia del Estatuto. Gorka Maneiro (UPyD), por su parte, abogó por un “Estado federal simétrico”. - A.A.