GASTEIZ - Catalunya servirá de espejo. Aunque el Ejecutivo de Iñigo Urkullu se ha afanado en desligarse miméticamente de lo que acontece con el proceso catalán, existe la consciencia de que las consecuencias de lo que allí finalmente ocurra servirá para actuar de un modo u otro. Así lo atestiguó ayer el portavoz y consejero de Justicia y Administración Pública del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, reseñando que desde Euskadi se sigue "con gran interés" el escenario catalán y que sus derivadas, bien de cara a la consulta del 9 de noviembre o más allá, servirán para conocer "qué puertas están abiertas y cuáles son las que siguen totalmente cerradas". Eso sí, el jeltzale matizó que eso no significa que haya que calcar "necesariamente" lo que haga el Govern de Artur Mas y las fuerzas proclives al referendo soberanista.

En una entrevista concedida a Euskadi Irratia, Erkoreka indicó que desde el punto de vista doctrinal y conceptual lo que está planteando la Generalitat "no es nada novedoso" si lo comparamos con la propuesta que en su día formalizó el Gobierno liderado por Juan José Ibarretxe, si bien admitió que en Catalunya se da actualmente "un movimiento que no había aquí en aquel momento".

Afirmó Erkoreka que el planteamiento del lehendakari ohia "se topó con el obstáculo legal", por lo que el Ejecutivo vasco decidió no continuar avanzando, es decir, caminar fuera de la legalidad, con la incógnita ahora de cuál será el comportamiento del Govern catalán si la legalidad en la que se refugia el Gabinete de Mariano Rajoy le coloca todas las trabas posibles para impedir que la consulta salga adelante. "Lo que ocurra en Catalunya nos puede servir de lección, aunque aquí tenemos nuestros propios retos y nuestra propia historia. Allí no había ETA, y aquí sí, y tenemos que reconducir el tiempo post-ETA. Aquí tenemos debates sobre normalización, paz y convivencia, que en Catalunya no tienen sentido, pero que aquí todavía debemos superar", argumentó el portavoz de Lakua.

Consenso En este escenario, Erkoreka recordó que el lehendakari Urkullu pretende alcanzar un consenso, a priori complejo, entre los diferentes partidos en relación al futuro estatus jurídico y político que integre la pluralidad existente en Euskadi, y que una vez logrado ese acuerdo, se podrían ya "dar todos los pasos que sean necesarios" en esta materia. "Su voluntad es que los cambios en el estatus deben salir del acuerdo, y que ese acuerdo, en sus fundamentos, debe ser firme y amplio, y no menor que el que tuvo el Estatuto de Gernika", estación que se pretende superar, añadió Erkoreka. Igualmente, el jeltzale recalcó que "cuando se dé cada paso, veremos dónde está el final", y que, "si aquí hay un verdadero consenso, muchas veces, los obstáculos que llegan desde las instituciones centrales -refiriéndose a las reacciones que puedan suscitarse desde el Ejecutivo español- pueden ser obstáculos superados". - I.Santamaría