MADRID. Los reyes se han subido al lujoso vehículo tras abandonar el Palacio de la Zarzuela, donde, en el primer acto oficial de esta jornada, Felipe VI ha recibido de manos de su padre don Juan Carlos el fajín que le convierte en capitán general de las Fuerzas Armadas. Sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, se han desplazado en otro coche.
Escoltados por la guardia motorizada de la Guardia Civil, se han dirigido al Congreso de los Diputados, donde se celebra la sesión conjunta de las Cortes Generales en la que don Felipe de Borbón será proclamado Rey. Tras abandonar la Cámara baja, se trasladarán hasta el Palacio de Oriente, pasando por el paseo del Prado, la calle de Alcalá, la Gran Vía, la plaza de España y, finalmente, la plaza de Oriente.
UN COCHE PARA REYES Y JEFES DE ESTADO
El día de su boda el 22 de mayo de 2004, don Felipe y doña Letizia utilizaron un Rolls Royce Phantom IV negro para desplazarse desde La Almudena hasta la Basílica de Nuestra Señora de Atocha.
Aunque es descapotable, tanto en aquella ocasión como este jueves se ha mantenido cubierto, en el caso del día de la boda a causa de la lluvia. Una diferencia notable es que en 2004 el fondo de la matrícula era azul, relacionado con la bandera de Asturias, y hoy es rojo carmesí, el color tradicional de la monarquía española.
El coche pertenece a Patrimonio Nacional y es uno de los tres Phantom IV que Francisco Franco adquirió para la Jefatura del Estado en 1952. Es un modelo que fue diseñado exclusivamente para miembros de la realeza y jefes de Estado y solo se fabricaron 18 ejemplares. El primero de ellos fue entregado por Rolls Royce en 1950 a la entonces Princesa Isabel de Inglaterra y al Duque de Edimburgo.