Bilbao - El lehendakari visitó ayer la mayor prisión de la CAV que, además, tiene cierto valor simbólico porque en ella se agrupan los presos que han roto con la disciplina de ETA, los reclusos de la denominada vía Nanclares. Iñigo Urkullu se desplazó ayer hasta la cárcel tras haber recibido la invitación del círculo penitenciario de la escuela de educación para adultos Paulo Freire, y lo hizo para conocer los resultados de los planes de educación y resocialización.

El desplazamiento no ha sido una mera anécdota para el Gobierno Vasco, que ha subrayado en numerosas ocasiones su apuesta por la reinserción y que ha reivindicado el traspaso de la competencia de prisiones. Ayer quiso acudir con una representación de alto nivel a Zaballa, ya que a Urkullu terminaron sumándose el secretario de Paz y Convivencia, Jonan Fernández; el consejero de Administración Pública y Justicia, Josu Erkoreka; y la consejera de Educación, Cristina Uriarte. Por parte del Gobierno español acudieron el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste, y el delegado español en la CAV, Carlos Urquijo.

Según fuentes conocedoras del encuentro consultadas, el lehendakari pudo mantener una conversación con Yuste, aunque no entró en reivindicaciones como la flexibilización de la política penitenciaria aplicable a los presos de ETA y, especialmente, a los desvinculados de la organización. Urkullu entiende que el marco para abordar esas cuestiones es su vía de interlocución con el presidente español, Mariano Rajoy.

urquijo y fernández En cualquier caso, su conversación con Yuste fue fluida porque ambos ya se conocieron durante la etapa de Urkullu como presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento, cargo que ocupó de 1998 a 2008. Según las mismas fuentes, el lehendakari visitó los módulos penitenciarios -las celdas-, aunque no tuvo contacto con los presos de la vía Nanclares. Como anécdota, los presentes también pudieron ver a Jonan Fernández y Carlos Urquijo conversando entre ellos a pesar de las discrepancias que los separan.

El lehendakari se mostró especialmente interesado y curioso en su visita a las salas de profesores de la prisión, ya que el propio Urkullu es docente en excedencia. También visitó la enfermería y los talleres. El Gobierno vasco tiene transferidas las competencias en salud, educación y vigilancia de los centros penitenciarios.

La visita se prolongó desde las 11.00 a las 13.45 horas, tiempo que el Gobierno Vasco aprovechó para conocer de primera mano la situación de la imponente prisión, que puede albergar a más de mil presos, aunque actualmente congrega a 700 -80 de ellos son mujeres-. Yuste se interesó por el funcionamiento de la cárcel y trasladó a sus acompañantes varios datos sobre lo costoso que resulta mantener un establecimiento de esa clase.

El centro penitenciario de Zaballa fue inaugurado el 21 de septiembre de 2011 en sustitución de la cárcel de Nanclares de Oca, donde el Gobierno español agrupaba a los presos que rompían con ETA. Esos reclusos fueron trasladados a Zaballa tras su apertura, aunque se ha mantenido la denominación vía Nanclares para su grupo.

competencias Antes de la visita, en el marco de las jornadas sobre Salud y Justicia que acogió ayer el Bizkaia Aretoa, Erkoreka había puesto en valor que el hecho de contar con la competencia íntegra en materia de justicia juvenil ha permitido a la CAV configurar un modelo propio "con resultados ampliamente satisfactorios", hasta el punto de que "más del 80% de los menores que han cumplido las medidas impuestas no vuelve a reincidir". Valiéndose de ese argumento, pidió la transferencia de las instituciones penitenciarias y su gestión. Urkullu, por su parte, pidió en Radio Euskadi que los presos reconozcan el daño causado, y que Madrid active la vía Nanclares.