BILBAO - Con cabeza y corazón fue el lema que Mariano Rajoy escogió para su duelo con Rodríguez Zapatero en las elecciones generales de 2008. Salió derrotado. Con corazón y cabeza reza el eslogan del "cambio" que propone Pedro Sánchez Castejón, diputado madrileño de 42 años convencido de sus opciones para erigirse en el próximo secretario general del PSOE. Aunque se intuye incierto, este político que dice aprendió del Estudiantes, su equipo de baloncesto, el "valor de la cantera" -en este caso socialista-, no titubea al afirmar que "ganaré" el congreso, a priori en dura liza con Eduardo Madina. "Tengo 30.000 kilómetros recorridos, he hablado con el corazón del partido, que son los militantes, y tengo mucha fuerza y mucha energía acumuladas para liderar el cambio que necesita el PSOE", argumentó ayer Sánchez, que el jueves anunció su candidatura en una casa del pueblo al sur de Madrid.

Señala que desde Ferraz no se ha afrontado en los últimos años el cambio que exigía la sociedad ni la "mayor unidad" que necesitaba la formación, que tampoco está resolviendo el que a su entender es el principal problema, "el desafío catalán", de ahí que abogue por tener "sentido de Estado". En una entrevista a la Cadena Ser, apeló al estatus de partido que "forjó la Constitución" que -dice- define al PSOE pese a que las bases reclaman un modelo republicano. Se aferra Sánchez a "consolidar" la apuesta federal como vía para resolver la "urgente" crisis territorial; apostando además por "abanderar una transición económica" para que el motor sea la economía verde y la innovación, y una "política" hacia una "nueva democracia mucho más abierta, más limpia e intransigente con la corrupción".

Tiró balones fuera cuando le tocó responder a si cuenta con el respaldo de Susana Díaz o a si ejerce como "hombre de Pepe Blanco", y es probable que le toque lidiar también con el eurodiputado del PSOE Juan Fernando López Aguilar, que el próximo lunes anunciará su decisión tras recibir "muchos mensajes" de dirigentes y militantes para que se presente y que reclaman "un mayor número de señales de vida inteligente en el PSOE".

Por ello, el canario avanzó que reflexiona "muy seriamente" la posibilidad de postularse para un cargo que "condiciona vital y personalmente". Reconoció en este escenario que le "duele" ver a sus siglas "en el peor momento" de la historia de la democracia, algo que achaca a que su formación "no ha sabido galvanizar" todos los votos que se han marchado a otros sectores de la izquierda -a Podemos e Izquierda Unida- y que -advierte- podrían escaparse "definitivamente" si no existe una pronta reacción.

Si da el paso, López Aguilar, con considerable predicamento durante buena parte de la legislatura de Zapatero, peleará no solo con Sánchez y Madina, sino también, posiblemente, con el profesor universitario José Antonio Pérez Tapias, miembro de Izquierda Socialista; y con el joven militante de base Alberto Sotillos, del colectivo Socialismo Democrático.