MADRID - El reinado de Felipe VI arrancará el 18 de junio. Vamos, en un abrir y cerrar de ojos, después de que la Mesa de la Cámara Baja admitiera ayer a trámite el proyecto de ley orgánica que hará efectiva la abdicación del rey y que será aprobado por el Congreso la próxima semana y después por el Senado, probablemente en la víspera de la proclamación, que se desarrollará en el hemiciclo en sesión conjunta y con carácter solemne. Hasta un 91% de la Cámara validará el traspaso de poderes con los votos a favor de PP, PSOE, UPyD, Coalición Canaria, Foro Asturias y UPN; frente al voto en contra, por el momento, de la Izquierda Plural, ERC, Nueva Canarias, BNG, Compromis, Geroa Bai y Amaiur. El respaldo socialista ha ocasionado más de una desazón en las filas del partido que fundó Pablo Iglesias, y no precisamente el actual líder de Podemos.

CiU no ha definido su posición definitiva, aunque varios de sus 16 diputados dan por hecho que apoyarán la ley, al tiempo que el PNV se abstendrá. Según el portavoz jeltzale, Aitor Esteban, votar en contra de esa ley sería tanto como rechazar la abdicación de Juan Carlos I y pedirle que continuará al frente, cosa que no pretenden. Lo evidente es que el color actual del Congreso favorece esta proclamación que, a finales de 2015, con un nuevo reparto de asientos dados los resultados de las elecciones europeas, podría complicar estas intenciones. La abdicación será efectiva cuando sea publicada esta ley en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Por su parte, a través de una declaración institucional, el Gobierno del PP avaló ayer a Felipe de Borbón como garante de la unidad con la seguridad de que "su formación, carácter, experiencia y vocación de servicio a España le permitirán desempeñar adecuadamente sus funciones al servicio de nuestra Patria, y fortalecer la monarquía parlamentaria, que la Constitución proclama como garantía de la unidad, progreso, concordia y bienestar de todos los españoles".

...y la reina aparece Hasta la reina Sofía, curiosamente en Nueva York en un acto de la ONU el día en que su marido abdicaba, dijo que "el cambio será totalmente tranquilo". "La continuidad seguirá con el príncipe. No va a haber ningún problema", reseñó, antes de añadir que apuesta "totalmente" por el desempeño de Letizia Ortiz. Ante la insistencia de los periodistas sobre si tiene algún consejo que darle a su nuera, afirmó: "Que siga igual que está. Ella es muy competente y encantadora, y la quiero mucho". En este nuevo contexto, la esposa de Juan Carlos I concretó que no tiene ninguna preferencia sobre el tratamiento a recibir una vez que deje de ser monarca, y sobre la demanda de la ciudadanía que quiere que se le interpele entre la monarquía o la república, tiró balones fuera. "Yo no entro en esto", apostilló.