Bilbao - El lehendakari Iñigo Urkullu consideró ayer "exasperante" la tardanza de ETA en desaparecer de forma definitiva y en reconocer "tanta injusticia cometida contra víctimas inocentes". Durante el homenaje anual a los agentes de la Ertzaintza fallecidos en acto de servicio y de entrega de medallas al reconocimiento a la labor policial, el jefe del Ejecutivo vasco expresó su esperanza de que "nunca más" haya que lamentar "la injusticia de vidas truncadas, ni el dolor insufrible por la pérdida de seres queridos".
En el acto celebrado en la macrocomisaría de Erandio, afirmó que la organización terrorista "está tardando en dejar de entorpecer la labor de la inmensa mayoría de la ciudadanía vasca a favor de la paz y la convivencia, y del ejercicio de la política de manera normalizada". Por ello, denunció la "exasperante tardanza de ETA en desaparecer definitivamente".
Urkullu aludió a la "esperanza" como camino para llegar a la "convivencia pacífica" en la sociedad vasca y afirmó que, en ese recorrido, la Ertzaintza "juega y tiene que jugar a futuro un papel esencial". Así, agradeció la labor de los agentes, especialmente de los homenajeados ayer, y dijo que los valores y ejes de trabajo de la Policía vasca deben pivotar sobre la cercanía, la honestidad, el compromiso con la sociedad, la cohesión y la evolución y adaptación a nuevos riesgos.
La consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, presente también en el acto, apuntó que "sin falsos optimismos, hoy más que ayer estamos en una coyuntura esperanzadora" y, por tanto, es el momento de "arrimar el hombro para afrontar un proyecto común de servicio público" y un nuevo modelo policial "más cercano y eficiente". Trasladó además la "admiración y agradecimiento" a los homenajeados y destacó su compromiso personal "al servicio de un bien común".
Ocho agentes recibieron ayer de manos de Iñigo Urkullu la medalla al reconocimiento de la labor policial, cinco de ellos con distintivo verde y tres con distintivo rojo, la máxima condecoración del cuerpo. El jefe de la Ertzaintza, Jorge Aldekoa, dio la bienvenida al acto, tras lo que se procedió a las condecoraciones. La consejera de Seguridad dedicó unas palabras en recuerdo de los fallecidos y en homenaje a los ertzainas condecorados, y se realizó una ofrenda por los 35 ertzainas muertos en acto de servicio desde 1982 hasta la actualidad.
Salvó a un menor Una de las condecoraciones con distintivo rojo se entregó a título póstumo a los familiares de un agente fallecido en accidente de tráfico. El resto recayeron, en su mayoría, en er-tzainas que intentaron abortar atracos y robos. La única medalla relacionada con el terrorismo se entregó a un suboficial destinado en la comisaría de Ondarroa cuando sufrió un atentado el 21 de septiembre de 2008 y que, pese a que resultó herido, organizó cordones de seguridad y el traslado de otros agentes a hospitales.
Uno de los ertzainas condecorados con distintivo verde salvó, el 24 de agosto de 2013, la vida de un niño belga que cayó al fondo de una piscina en la localidad catalana de Pineda del Mar, donde el agente estaba de vacaciones. Tras rescatar al menor, consiguió reanimarlo mediante masaje cardio-respiratorio y mantenerlo estabilizado hasta la llegada de los servicios médicos. - Efe/E.P.