Madrid - La vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, rechazó ayer la propuesta del presidente de la Generalitat, Artur Mas, de que el Ejecutivo dé algún paso a favor de la consulta soberanista y recordó además que una reforma de la Constitución no es posible ante la falta de consenso de los partidos. Después de que Artur Mas defendiese el jueves que el Gobierno de Mariano Rajoy debería "jugar sus cartas" ante la propuesta de consulta de autodeterminación en vez de recurrirla para evitarla, Santamaría reiteró en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros el compromiso del Ejecutivo con el respeto a la legalidad.

Según subrayó, esta posición es conocida por todos, incluida la Generalitat de Catalunya, y no se trata de "un capricho" del Ejecutivo español, sino que es una obligación de todo el Estado y todas sus instituciones. "Ese es el marco donde puede moverse y debe moverse", sentenció.

Igual que en otras ocasiones, la vicepresidenta defendió que es momento de trabajar a favor de la recuperación económica y con ese objetivo deben trabajar todas las instituciones. "Ahí deberíamos esforzarnos y poner el foco, y Artur Mas como presidente de la Generalitat debería contribuir y no sembrar dudas sobre el cumplimiento de la legalidad".

Santamaría insistió en que el Gobierno lleva meses trabajando para garantizar el bienestar de los catalanes. "Lo vamos a seguir haciendo y pasa eso sabe cualquiera que puede encontrar el diálogo del Gobierno", subrayó apuntando al bienestar de los catalanes, el saneamiento de sus finanzas o "contribuir a crear un clima económico y social óptimo para crecer". - Efe