bruselas - El candidato del Partido Popular Europeo (PPE) a la presidencia de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, defiende una estrategia combinada de inversión y consolidación fiscal para la Unión Europea. Juncker señala que si tras las elecciones al Parlamento Europeo alcanza la presidencia de la CE, dedicará la mayoría de esfuerzos a la creación de nuevos empleos, especialmente para los jóvenes. Juncker se esforzará en "reconciliar a Europa con sus ciudadanos" y en promocionar la unidad de Europa.
¿Hay alguna diferencia de peso entre su programa y el de su principal rival, el candidato socialista Martin Schulz?
-Martin y yo tenemos diferentes estilos. Schulz a veces divide con sus opiniones tajantes, mientras que yo, aunque signifique tener que trabajar más, busco consensos y soluciones constructivas. Mi proyecto pasa por una Europa unida. Quiero reconciliar a Europa con sus ciudadanos y unir la Europa que ha dividido la crisis. Para mí es más que simbólico el haber sido propuesto como candidato dentro del PPE tanto por los cristianodemócratas alemanes como por el partido griego Nueva Democracia.
La situación para algunas personas en España es muy dura, especialmente entre los jóvenes. ¿Qué piensa hacer para darles un futuro?
-En los próximos cinco años quiero trabajar día y noche para sacar a Europa de la crisis, para asegurarme de que los europeos, sobre todo los jóvenes, obtienen un empleo digno. La UE necesita invertir más en conocimiento y en su capital humano. Los jóvenes serán los principales beneficiarios de esas inversiones. Pero hay que crear empleos y para ello hay que crear crecimiento. Una Europa más fuerte que cree crecimiento pero no a base de más deuda. A diferencia de los socialistas espero hacerlo sin un dispendio que hipoteque terriblemente a las futuras generaciones.
En todos los discursos de campaña repite varias veces la importancia de proseguir con la "consolidación fiscal". ¿Cree que un país como España puede permitirse más reformas sin poner en peligro la estabilidad social?
-No es una cuestión de si España puede o no permitirse las reformas. España no puede permitirse no seguir haciendo reformas. No puedes construir un futuro sólo a base de deuda. Tarde o temprano debes pagar. No hay alternativa a los ajustes dolorosos. Los niveles de deuda pública y privada en los que se incurrió en la segunda mitad de la década anterior son simplemente demasiado altos. Necesitan ser corregidos. Las medidas dolorosas que se han tomado para consolidar los presupuestos y meter en cintura la deuda son necesarios porque en los años anteriores, especialmente durante los gobiernos socialistas, hubo un comportamiento irresponsable y se gastó lo que no se tenía.
Sorprende que como candidato conservador y teniendo en cuenta que la inmigración está jugando como moneda de cambio electoral en la extrema derecha se haya atrevido a proponer un sistema de inmigración legal europeo.
-Solo seremos capaces de hacer frente a la inmigración en Europa si adoptamos una política que permita a los inmigrantes venir legalmente y de forma controlada, en vez de furtivamente y cruzando el Mediterráneo en barcazas controladas por las mafias. Organizar la inmigración legal en Europa es además de interés para el continente a largo plazo. Las proyecciones demográficas muestran que la población activa de la UE bajará un 10 %, en alrededor de 50 millones de personas, de cara a 2060. Esa tendencia representa un peligro real para la economía y productividad de la UE. Dentro de poco habrá dos mayores de 65 años por cada persona en edad de trabajar.
Si es presidente de la CE, ¿promoverá la reducción de comisarios europeos (actualmente hay 28, uno por cada país miembro)?
-Por el bien de la eficiencia, a largo plazo, habrá que reducir el colegio de comisarios. En el corto plazo, sin embargo, reorganizar el trabajo de los comisarios puede ser lo más inteligente. Por ejemplo, agrupándolos bajo el liderazgo de cinco o seis vicepresidentes que promuevan las sinergias.
Su director de campaña, Martin Selmayr, dijo que los luxemburgueses son gente "de sentido común". ¿Como aplicará eso al día a día del Gobierno europeo?
-Sí, la verdad es que sí lo tenemos (sentido común). Sabemos que no todos los problemas deben pasar por Europa, por ejemplo. Quiero que Bruselas se ocupe de los grandes temas, como la economía o la política monetaria, pero no pierda el tiempo en regular hasta el más mínimo detalle de nuestra vida.
Escocia, Catalunya, Véneto... ¿Como gestionará los movimientos separatistas en la UE desde la Comisión?
-La unidad europea, y no nuevas divisiones, es la receta para salir de la crisis y para una Europa más fuerte que desempeñe un papel central en el mundo. Los europeos deben permanecer juntos como una familia que tiene que hacer frente a las dificultades. Esa es la esencia de la UE y la estrategia que ha ayudado a hacer frente a la crisis. Es la hora de la solidaridad y de trabajar juntos, no la de las separaciones o la división. Como presidente de la CE trabajaré para una Europa unida.
En el debate en Maastricht entre los candidatos europeos, prometió que no hará coalición ni con el Frente Nacional de Marine Le Pen ni con ningún partido euroescéptico o de extrema derecha. ¿Tampoco si de ello depende su elección para presidir la CE?
-He dejado claro que no contaré con los votos de la extrema derecha para ser presidente de la CE. Espero que el candidato socialista haga lo mismo respecto a los partidos extremistas de la izquierda del hemiciclo.