León - Con el ingreso en prisión de María Montserrat González, de 55 años, y su hija Montserrat Triana Martínez , de 35 años, acusadas del asesinato de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, la investigación se centra ahora en desvelar el papel que jugó en este asunto Raquel Gago, la policía municipal de 41 años que también ha sido imputada por estos hechos. Por el momento, el Ayuntamiento de la capital castellana ha decidido abrir un expediente disciplinario y suspender durante dos meses de empleo y sueldo a la agente. Según fuentes de la investigación son varios los indicios que reflejan "cierto grado" de implicación de esta persona con los hechos.
Supuestamente, Raquel Gago prestó su coche, un Volkswagen Golf, a una de las detenidas acusadas del crimen, con la que tiene una gran amistad, y en el maletero encontró la pistola dentro de un bolso un día después. Los investigadores se preguntan cómo tardó más de 30 horas en presentarse en Comisaría sabiendo que el día del crimen le había prestado su coche a una de las detenidas, independientemente de que hubiera localizado el arma o no. Además, su imputación también se basa en que ha declarado que se cruzó con una de las detenidas poco después del crimen y no lo puso en conocimiento de sus superiores.
Prevención de suicidio De momento tanto Montserrat González como su hija Montserrat Triana se encuentran ya en prisión bajo el protocolo de prevención de suicidios. Ambas fueron trasladadas en la madrugada de ayer a la prisión de Villahierro, en el municipio leonés de Mansilla de las Mulas, tras prestar declaración durante más de ocho horas en el Juzgado de Instrucción número 4 de León, cuya titular ordenó su encarcelamiento sin fianza.
La jueza, tras escuchar las dos declaraciones y atendiendo a la petición del fiscal, acordó la prisión preventiva al darse las condiciones previstas en Ley de Enjuiciamiento Criminal, tales como la gravedad del delito -pueden ser condenadas al menos a un delito de homicidio penado con hasta 20 años de cárcel-, el riesgo de fuga, y la posibilidad de sustraerse a la acción de la justicia, por el alto número de años de cárcel que conlleva el posible delito cometido. Además, la jueza tuvo en cuenta las posibles obstrucciones o interferencias en la investigación de los hechos delictivos al existir una tercera persona imputada. Nada más ingresar en prisión se activó el protocolo para prevenir suicidios, medida que obedece al riesgo que presenta especialmente la hija.
En los interrogatorios de la Policía, María Montserrat González se confesó autora de los disparos mortales contra Isabel Carrasco y explicó que cometió el crimen por "inquina personal" y que quiso vengarse por el trato que la presidenta de la Diputación había dado a su hija, que fue cesada como funcionaria interina de la institución provincial en 2011. - Efe