BILBAO - El responsable de la Secretaría de Paz y Convivencia del Gobierno Vasco, Jonan Fernández, aseguró ayer que en el ámbito de las construcción de la memoria no es suficiente que los presos de ETA reconozcan el daño causado, "sino que es necesario decir que ese daño fue injusto". Fernández puso como ejemplo el camino realizado por presos de la vía Nanclares de la que se podrían entresacar "muchos resultados". Por ello consideró que habría que analizar cuáles han sido los pasos dados por esos reclusos, qué tipo de reconocimiento autocrítico hicieron en su día, así como la "escasa" respuesta del Gobierno español. Pese a las criticas recibidas por parte del PP de la CAV, UPyD y las asociaciones de víctimas, Fernández señaló en Euskadi Irratia que se siente arropado por el Ejecutivo de Urkullu y reivindicó un mayor consenso en torno al Plan de Paz y Convivencia. En este sentido, considera que el próximo semestre es una etapa idónea para llegar a consensos entre partidos ya que queda "fuera de los ciclos electorales".

El secretario de Paz y Convivencia se hizo eco de la denuncia de Amnistía Internacional asegurando que "la tortura existe". De hecho, el Gobierno Vasco trabaja en una "investigación científica y profunda" que tendrá una duración "entre un año y medio y dos años" para esclarecer "qué es lo que ha ocurrido aquí en los últimos 50 años". Entre las medidas propuestas, Fernández aboga por la desaparición de la incomunicación tras una detención. Finalmente, anunció que después de las elecciones europeas, presentarán el Programa Gertu para la atención personalizada a las víctimas del terrorismo. El objetivo es dar una atención "mas personal y humana" a las víctimas y a sus familias. - V. P.