Gasteiz - "Nuestra aspiración de hoy es consolidar en Euskadi una convivencia sin violencia, una paz que alimente las posibilidades de impulsar un sujeto político de derechos sin más límite que la voluntad expresada por su ciudadanía". Con este objetivo, el PNV congregará el domingo a su militancia en una nueva celebración del Aberri Eguna que albergará Bilbao y que, una vez más, reivindicará desde la calle el "respeto a la voluntad y a la diferencia" de la nación vasca.
El mensaje sigue fiel a las líneas que hace ochenta años se trazaron en el Día de la Patria Vasca de 1934 -el tercero de la historia- y que, en plena República, acogió Gasteiz. El PNV quiso volver ayer a uno de los emblemáticos lugares de la capital alavesa que congregaron los actos de entonces para hacer pública la convocatoria de la edición de este año. Así, desde el corazón vitoriano que encierra la plaza de la Virgen Blanca, la secretaria del EBB, la alavesa Pilar García de Salazar, y el presidente del ABB, Xabier Agirre, repasaron -en euskera y castellano, respectivamente- algunos de los puntos argumentales por los que transitará pasado mañana el llamamiento "para desarrollar nuestra identidad colectiva".
En 1934, el PNV optó por Vitoria para "mostrar en tierras alavesas la fuerza del nacionalismo vasco", después de que las dos primera ediciones del Aberri Eguna tuvieran lugar en Bilbao y Donostia. Esta celebración en concreto ocupa, además, un lugar especial en la memoria familiar de Agirre, ya que su aita, dantzari, bailó en este evento. Casi un siglo después, el exdiputado general de Álava, quien además de las convicciones políticas también ha heredado de su progenitor la pasión por las danzas vascas, reclamó a los simpatizantes del PNV que recojan el guante de sus antepasados con el objetivo de seguir reivindicando la nación vasca; esta vez, con la vista puesta en Europa para lograr "el reconocimiento y la realización nacional que nos siguen negando los Estados español y francés a ambos lados de la muga".
Es por ello que el lema elegido para este año es Euskadi Europara begira (Euskadi mirando a Europa) y que la intención de los jeltzales es mostrar en el plano continental "el desarrollo de una comunidad que se proyecta a Europa y crece desde su influencia". La consolidación de la paz y la defensa del derecho a decidir son dos de las tres prioridades que, junto a lucha contra la crisis y la generación de empleo, conforman la declaración de intenciones que el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha defendido desde que tomó posesión del cargo hace año y medio.
La severa crisis que azota Euskadi desde hace un lustro ha situado en primer plano los esfuerzos para reconducir la economía, pero el PNV pretende recordar en la cita del domingo la importancia que también concede a las otras dos reivindicaciones. Aspiraciones que se entrelazan en el discurso jeltzale que se escuchará en la Plaza Nueva bilbaína. A modo de anticipo, García de Salazar y Agirre, acompañados ayer de los candidatos jeltzales a las elecciones locales y forales del próximo año, Gorka Urtaran y Ramiro González, destacaron que "la conformación de un consenso básico de paz y convivencia que abra las puertas a un nuevo tiempo de concordia en Euskadi" y la puesta en marcha de "un debate incluyente que propicie un singular avance del autogobierno" son los dos objetivos concretos que unen a los nacionalistas vascos agrupados bajo estas siglas en sus reivindicaciones identitarias.
La ikurriña, como "símbolo común que nos identifica", representará en el enclave de la capital vizcaína la demanda de "derecho a la paz y a la libertad" que trasladarán los representantes jeltzales en el Aberri Eguna 2014. Sobre las tablas, el lehendakari, Iñigo Urkullu, y el presidente del partido, Andoni Ortuzar, compartirán protagonismo con la candidata del PNV a las próximas elecciones europeas, Izaskun Bilbao, y el miembro de esta misma plancha procedente de Iparralde, Jean Telletxea.