madrid - Como se temían los dirigentes del PP, el extesorero Luis Bárcenas ha vuelto a poner en una situación muy delicada a la formación que dirige Mariano Rajoy tras declarar en el juzgado que el partido disponía de una caja B en "todas las provincias y regiones" que se destinaba a la financiación de las campañas electorales y que este sistema era revisado por los secretarios generales y conocido por los presidentes.

Según informaron fuentes jurídicas, Bárcenas, que declaró durante más de cinco horas ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, no dio cifras concretas sobre este sistema de financiación, que dependía de cada organización local, aunque señaló que el PP se nutría de los fondos que facilitaban los donantes, que siempre estaban dispuestos a colaborar en época electoral.

El extesorero se ratificó en las anteriores declaraciones que ha prestado ante el juez Ruz y confirmó la veracidad de las anotaciones manuscritas que recogió en su contabilidad B, incluidas los pagos por valor de 50.000 euros que, según él, habrían recibido el presidente Rajoy, y la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, tras un embargo de 167.000 euros al PP de Pontevedra.

A preguntas de las fiscales Anticorrupción, Concha Sabadell y Concha Nicolás, Bárcenas indicó que una parte de los gastos de las campañas electorales se sufragaba siempre con dinero negro y que la caravana de Rajoy en 2004 se financió, entre otros ingresos, con un pago de 300.000 euros por parte del presidente del Parlamento valenciano, Juan Cotino, que visitó la sede de Génova el 11 de marzo de 2004.

De igual modo, indicó que dos fundaciones de las que era tesorero, la de Estudios europeos y la Popular Iberoamericana, también se encargaban de sufragar actos electorales.

Al ser preguntado por casos concretos, señaló que el exalcalde de Majadahonda Guillermo Ortega, imputado en el caso Gürtel, se ocupaba de la financiación de la campaña y la organización de los actos; y que en Pozuelo de Alarcón, donde gobernaba Jesús Sepúlveda, esta labor la llevaba el tesorero. El PP de Las Rozas también tenía este sistema.

CASCOS Y ACEBES, SUPERVISORES El compareciente nombró explícitamente a los exsecretarios generales Francisco Álvarez-Cascos y Ángel Acebes como supervisores de la supuesta caja B y especificó que el primero le ordenó guardar ocho millones de pesetas en dinero negro en abril de 1990, tras la detención del entonces responsable de las finanzas populares, Rosendo Naseiro. En este sentido, señaló que tras la dimisión de Naseiro, Álvarez-Cascos ejerció como tesorero hasta 1993, por lo que recaudaba dinero de los donantes y se lo entregaba en efectivo. Acebes, por su parte, le pidió en 2004 que buscara empresarios para comprar acciones de Libertad Digital.

En otro punto de su declaración Bárcenas defendió, tal y como apuntó en su comparecencia del pasado 15 de julio, en la que dio un giro a su estrategia de defensa y reconoció la autoría de los manuscritos, que todas las anotaciones que realizó eran "ciertas" y que siempre las tomaba a partir de las indicaciones del entonces tesorero, Alvaro Lapuerta.

También contradijo al gerente del PP de Castilla-La Mancha, José Ángel Cañas, que aseguró el 6 de noviembre de 2013 ante el juez que dio un recibí de 200.000 euros a Bárcenas pero no obtuvo ningún dinero a cambio. La transferencia, según el extesorero, respondía al pago de una comisión por la concesión de un contrato de basuras a Sufi, filial en Sacyr, en el Ayuntamiento de Toledo. De igual modo, reiteró que el líder del PP en La Rioja y senador, Carlos Cuevas, le planteó en 2008 blanquear 200.000 euros en donativos que posteriormente fueron utilizados para reformar la sede del partido en Logroño. - DNA/Europa Press