vitoria - Tras años de dilaciones en el traspaso de competencias a Euskadi, tras responder con largas a las propuestas de mayor de autogobierno, y tras vetar en el Congreso el nuevo estatuto del lehendakari Ibarretxe aprobado por el Parlamento, el Estado no ha logrado acallar las reivindicaciones del nacionalismo vasco. En Catalunya, el cepillado del Tribunal Constitucional al Estatut tampoco hizo desistir a los defensores de un mayor autogobierno o la independencia, sino que multiplicó la sensación de agravio. Ayer, siguiendo el mismo esquema, el Congreso vetó la propuesta de delegar a Catalunya la competencia para convocar un referéndum. A juicio del lehendakari Urkullu, la apuesta de Madrid por dejar pasar los acontecimientos y esperar a que los problemas se resuelvan por sí solos no ha dado sus frutos y es necesario dialogar para no dejar que los problemas se pudran. "No creo que pese al resultado de la votación del Congreso este tema termine y se cierre. Hace diez años, el Estado tenía un problema, y hoy tiene dos: Catalunya y Euskadi", zanjó tras el Consejo de Gobierno.

Urkullu consideró que las pretensiones del president tienen el respaldo de una mayoría social, y que el fallo del Tribunal Constitucional sobre la declaración soberanista lo avalaría en cierta medida porque reconoce que el derecho a decidir es una aspiración política y puede ser objeto de negociación dentro de la Constitución. Por ello, pidió a Rajoy que deje de optar por la estrategia del "avestruz", "esconder la cabeza y dejar pasar el tiempo". "Es la política que ha llevado a efecto y que ha hecho que los problemas se pudran", lamentó. También quiso avisar a Madrid de que sigue teniendo un problema "serio" con Euskadi y de que, a pesar del portazo a Ibarretxe, el debate del encaje vasco sigue sobre la mesa. Pidió negociación y diálogo para Euskadi y también para Catalunya. "Todavía hay tiempo", alentó.

En el debate del Congreso, el portavoz del PNV, Aitor Esteban, acusó al Gobierno español de perpetuar el conflicto del "falso encaje" de las realidades vasca y catalana, y avisó a PP y PSOE de que el derecho a decidir no está en cuestión para los jeltzales. "Podemos discutir las condiciones, los compromisos y las mayorías necesarias", agregó. En ese sentido, pidió regular por ley los términos en que puede ejercerse, y lamentó que Madrid prefiera "ahogar la voz del pueblo con la mordaza de la ley antes que acomodar la ley a la voluntad popular". Desde Amaiur, Xabier Mikel Errekondo auguró que el Estado "fracasará" porque no podrá frenar la voluntad catalana con las leyes. Tras asegurar que la democracia está por encima de esas leyes, opinó que es "inevitable" que los catalanes tomen la palabra.