BARCELONA - El problema es de voluntad política y no tanto de legalidad. Esta será la tesis que trasladarán hoy los tres diputados catalanes que defenderán el traspaso de la potestad de convocar un referendo. Jordi Turull (CiU), Marta Rovira (ERC) y Joan Herrera (ICV) dejarán claro que se está perdiendo una gran oportunidad para el diálogo y para la solución democrática definitiva a la cuestión catalana, una demanda transversal que proviene del pueblo de Catalunya y que los políticos recogen tras el mandato de las urnas. La CUP, pese a ser partidaria de la consulta, no tomará la palabra: primero, porque pueden intervenir solo tres portavoces, y segundo, porque en la votación del Parlament de Catalunya sus tres diputados se abstuvieron alegando que no creen en "la vía del convoy a Madrid".

Turull insistió ayer en la transversalidad del proceso soberanista, de ahí la ausencia hoy del president Mas en el Congreso. "Han de entender que esto es un movimiento que va de abajo hacia arriba, y nosotros representamos esta transversalidad", señaló el convergente, para quien el Gobierno español "lo que quiere es un acto de humillación al proceso a través de la figura del president", "Si quieren, [la solución] es posible", zanjó Turull. También en declaraciones a Catalunya Ràdio, Rovira añadió que el derecho a decidir es la única alternativa posible tras haber agotado todas las vías para mejorar el encaje de Catalunya en el Estado español. "No notamos que tengamos un Estado a nuestro lado, a veces nos parece que tenemos un Estado a la contra permanentemente y de forma sistemática", remarcó. La diputada, que aludirá al proceso soberanista en Escocia, cree que en las Cortes se trata de "decir por qué estamos allí, por qué hemos llegado a un agotamiento político, a una frustración brutal". Desde ICV, Joan Herrera también explicó que pretenderá constatar que quien dice no a todo es el Gobierno español y, en este sentido, aseguró que en ningún momento se ha ofrecido diálogo: "Catalunya lo que reclama es encarar esto con un debate democrático y político, que es exactamente lo contrario de lo que están haciendo", lamentó.

Aunque no se plantean exhibir un discurso estratégicamente dividido en tres partes, cada uno de ellos defenderá el derecho a decidir con "los acentos propios y los matices" de cada formación que representan.