Bilbao - Los socialistas elevaron ayer el tono de las críticas al lehendakari, Iñigo Urkullu, después de que el pasado miércoles se limitaron a lamentar el relevo de Txema Urkijo, del que destacaron su compromiso y dedicación. El lenguaje ayer fue otro. El secretario de Organización del PSE, Rodolfo Ares, señaló que el cese de Urkijo es "reflejo de una política equivocada", de la que hizo responsable directamente al secretario general de Paz y Convivencia. "[Urkullu] Ha optado por seguir un camino, el de Jonan Fernández, el que se recoge en el denominado Plan de Paz y Convivencia del Gobierno vasco y que, a nuestro juicio, resulta absolutamente equivocado", aseveró. El dirigente del PSE añadió que Urkullu ha decidido "abandonar" la política sobre víctimas que iniciaron los dos anteriores lehendakaris, en cuyos gobiernos también tuvo responsabilidad Txema Urkijo.

Mientras que para el Gobierno vasco el asunto está zanjado tras haber dado sus razones para el relevo del ya exasesor de Víctimas, los socialistas aseguraron ayer que Urkullu "ha optado por abandonar el trabajo desarrollado en la etapa del lehendakari Patxi López e incluso en la de Ibarretxe, cuando empezó a entender el papel que debían jugar las víctimas del terrorismo". "Con la destitución de Txema Urkijo -agregó Ares en un comunicado-, el lehendakari Urkullu no ha puesto fin a un desencuentro personal. Ha tomado una decisión política".

El dirigente socialista considera que el asesor cesado representaba "el último eslabón que había entre el Gobierno vasco y las víctimas del terrorismo", por lo que el Ejecutivo "deja todo este colectivo sin referencia alguna a la que poder acudir". Ares agregó que con la destitución de Urkijo el lehendakari "ha terminado de destejer todos los lazos de confianza con las víctimas, con las fuerzas políticas y con el Gobierno de España que el equipo de Maixabel Lasa ha ido tejiendo durante años".

Con la izquierda abertzale El dirigente del PSE subrayó que el camino que plantea el Plan de Paz permite diluir las responsabilidades de ETA "y falsear la memoria sobre lo que ha ocurrido en este país, como consecuencia de la acción del terrorismo". Este camino busca, en su opinión, no crear problemas a los "herederos" de Batasuna "y permitirles blanquear su pasado, a un precio muy alto: el de romper los consensos que se han venido anudando en los últimos años, y particularmente en los años del Gobierno de López, entre los partidos democráticos". Ares añadió que, si el Gobierno vasco y Fernández planteaban como objetivo acuerdos entre las cuatro grandes sensibilidades políticas del país, sus decisiones "echan por la borda, los acuerdos que hasta ahora existían, con matices, entre PNV, PSE y PP". Así pues, el dirigente socialista reclamó al lehendakari que introduzca "rectificaciones" en las políticas que está siguiendo.

Por su lado, el portavoz del PP de la CAV, Borja Sémper, pidió a Urkullu que explique en el Parlamento la "falta de un gesto claro con las víctimas" que denunció Txema Urkijo. Para los populares, la postura mantenida por Urkullu en la polémica, favorable a Jonan Fernández, demuestra que "se mueve en la equidistancia calculada" para "no molestar" a la izquierda abertzale. - DNA/V. Press