BILBAO - "En Navarra no hay corrupción". Así despachó Mariano Rajoy el terremoto que asola a la Comunidad Foral tras el último de los casos que afectan al Ejecutivo de Yolanda Barcina, ofreciendo el líder del PP a UPN su compromiso con una Nafarroa "foral y española" donde, a su juicio, "hay quienes quieren llegar al poder por cualquier procedimiento". De esta forma se echó en brazos del diputado Carlos Salvador, que le pidió su apoyo para evitar que la izquierda abertzale "se haga con el poder tras 50 años de asesinatos de ETA". Fue tal la sintonía entre ambos que cuando el regionalista concluyó su discurso, centrado exclusivamente en el escenario político en que se mueve Nafarroa, toda la bancada popular le dedicó una cerrada ovación. "Si la Comunidad Foral cae -dijo- romperá España", zanjó Salvador. Mientras, la diputada de Geroa Bai, Uxue Barkos, reprendió a Rajoy por preferir antes "una Navarra corrupta que rota".
Salvador arremetió contra el PSN por no haber "salido inmediatamente a desmentir" contactos con Bildu, que esta organización afirma haber mantenido con los socialistas, y le exigió claridad sobre qué modelo de sociedad quiere y con quién está dispuestos "a construirlo". Y recogiendo la pregunta que Alfredo Pérez Rubalcaba le lanzó anteayer al presidente del Gobierno español, instó al líder del PSOE a explicar "en qué país quiere" que vivan los navarros. "No me puedo creer que el PSOE acepte ser la muleta de Batasuna para cumplir el objetivo que llevan persiguiendo 30 años", sostuvo Salvador. "Todos debemos ser claros ante el desafío separatista en Navarra de la mano de los que nunca quisieron la libertad ni la paz", concluyó el diputado regionalista.
derecha apocalíptica Barkos rechazó lo que calificó como "terrores apocalípticos" y aseguró que "la democracia es imparable", que los navarros "irán a las urnas a votar este año o el que viene frente a tanto atropello". Por eso, cuestionó que "innumerables voces" se hayan apresurado a respaldar al Ejecutivo de UPN sin la "más mínima vocación de buscar la verdad". "Aunque algunos pretendan evitar lo inevitable, presionando al PSOE, amenazando con el fin de lo indisoluble o mintiendo de forma muy miserable sobre el adversario, la democracia es imparable", reiteró la diputada de Geroa Bai. Rajoy le respondió tirando de libreto: "Para mí, Navarra es España y Navarra es Navarra. Me gustaría que coincidiera, parece que no, qué le vamos a hacer".
Barkos acusó al Ejecutivo del PP de asuntos que UPN ni siquiera mencionó: de reducir un 80% las inversiones en Nafarroa, no apoyar su presencia en el Ecofin, recurrir al Constitucional sus leyes, imponerle el techo de déficit o paralizar infraestructuras.