Bilbao - ETA inició ayer el proceso para su desarme y consolidó su progresivo desmantelamiento como organización armada a través de dos imágenes con mucha carga simbólica. El líder de la Comisión Internacional de Verificación (CIV), Ram Manikkalingam, exhibió en el hotel Carlton de Bilbao un documento en el que se recoge un inventario del material precintado por la banda armada. El documento culmina con la firma del grupo de verificadores y el sello oficial de ETA. La otra imagen llegó -poco antes de las tres de la tarde y casi al mismo tiempo que la comparecencia del grupo de verificación- a través de la televisión pública británica, la BBC, que emitió un video en el que dos miembros de la banda encapuchados -según la Policía española, uno sería David Pla y el otro Xabier Goienetxea- entregaban el documento firmado a Manikkalingam y a Ronnie Kasrils, otro de los seis integrantes del CIV.Todo ello con el Guernica de Picasso como testigo.
Según fuentes solventes consultadas por este diario, el desarme total se completaría en un plazo no superior a un año. ETA tiene tomada la decisión de desprenderse de manera unilateral de todo su arsenal, en coherencia con su decisión de abandonar de manera definitiva la actividad armada. Lo de la disolución es harina de otro costal. La escenificación de una entrega realizada ayer es el prólogo a esta vía y tuvo al equipo de Manikkalingam como principal protagonista.
Según consta en el inventario, la Comisión que lidera ha constatado que ETA ha procedido a precintar un total de 16,4 kilos de explosivos, cuatro armas, 300 balas y dos granadas, además de temporizadores y cordón detonante. Entre los explosivos que se han dejado fuera de uso operativo se encuentran 4,5 kilos de pentrita, ocho kilos de cloratita y sodio, otros cuatro kilos de clorato de sodio molido y diez gramos de nitromanita. El inventario también incluye 190 metros de cordón detonante y dos temporizadores, 300 balas, un fusil, un subfusil y dos revólveres.
Estas son las armas, munición y explosivos que han quedado fuera de uso operativo. Los verificadores aseguraron desconocer el armamento que ha quedado fuera de este listado pendiente de una futura entrega, si se produce.
El video no respondió a las expectativas de quienes esperaban un gesto de mayor calado en términos cuantitativos. En una mesa no muy amplia entra todo el material entregado. Un gesto muy rácano si de lo que se trata es de ganar credibilidad y confianza ante los agentes políticos e institucionales y sobre todo ante la sociedad, más aún en un mundo en el que la imagen llega a todos los rincones. "No me parece una cantidad pequeña si tenemos en cuenta que han sido entregadas en una situación de clandestinidad y, por tanto, con muchos obstáculos para fiarse", precisó Manikkalingam. En este sentido, subrayó que ETA "se reunió con nosotros tomando muchos riesgos y no los hubieran asumido si no estuvieran comprometidos en continuar con el desarme".
Durante la multitudinaria comparecencia, Manikkalingam reveló que en abril de 2013 ETA solicitó a los verificadores que incluyeran en su mandato "la verificación de un proceso unilateral de sellado y puesta fuera de uso operativo" del armamento. La Comisión de Verificación aceptó la solicitud y en septiembre de ese año la banda les transmitió "que estaba dispuesta a dar el primer paso en este proceso". Según precisaron, el encuentro entre los miembros de ETA y los dos verificadores se llevó a cabo en enero de este año en un escenario que Manikkalingam no quiso desvelar. El jefe del equipo de verificadores señaló que confía en que este paso sea "creíble y significativo" de cara a poner "fuera de uso operativo" todo el arsenal de la banda. "Desde nuestra experiencia en otros procesos, inventariar y poner fuera de uso operativo las armas, munición y explosivos es un paso necesario previo al desarme completo", apostilló Manikkalingam.
Admitió que siguen sin poder hablar con los Gobiernos español y francés, lo que aboca a una situación muy complicada para poder llevar a cabo su misión. "Si el Gobierno español y el francés no cooperan, técnicamente sería muy difícil completar el desarme", señaló el jefe de los verificadores. Un material tan reducido resulta factible de precintar y manejar para la Comisión, a pesar de los riesgos que comporta. "No queremos repetir la verificación que tuvimos que hacer, no fue nada fácil. Sería bastante más difícil hacerlo con cantidades grandes de armamento", explicó. Manikkalingam pone el dedo en la llaga.
Con la estructura que posee el CIV y los apoyos actuales llega hasta donde llega y puede hacerse cargo de un material limitado, pero el sellado y la posterior verificación de todo el material de ETA restante requiere de una mayor intendencia y una mayor cobertura legal. De lo contrario, los riesgos de la tutela del armamento serían muy severos.
NO DETENER ETARRAS Por todo ello, Manikkalingam ofrece su colaboración para un eventual desarme completo, pero subraya que si Madrid y París mostrarán otra disposición, "se haría mucho más rápido y fácil". En este sentido, recordó que lo más importante es que los Gobiernos de Rajoy y Hollande "permitan el avance del proceso". En concreto, destacó que esa cooperación podría traducirse en ayuda técnica pero también "sería muy importante que no se hicieran detenciones" de miembros de ETA.
En esta línea, alertó del riesgo de un "final desordenado" de la banda. "En este caso no sabes dónde pueden acabar las armas".