DONOSTIA - Arantza Quiroga pasó ayer la primera prueba de fuego con los dirigentes y cargos públicos de su partido, a los que explicó sus razones para introducir cambios en la ejecutiva del PP de la CAV y, en especial, el relevo del actual número dos, Iñaki Oyarzábal, propósito que ha causado un verdadero cisma en el seno de la formación conservadora. Los populares guipuzcoanos escucharon en la sede de Donostia su "discurso conciliador", según fuentes del partido, y expresaron su "respeto" por la decisión que tome a la hora de configurar su equipo, en la línea de lo dicho días antes por el líder en Gipuzkoa, Borja Sémper, que mostró su preferencia por la continuidad de Oyarzábal, aunque reconoció que es Quiroga quien debe decidir su equipo.
La presidenta popular había sido invitada a la reunión de la junta directiva territorial del PP guipuzcoano antes de desencadenarse la crisis, pero aprovechó la cita para explicar el modelo de partido que busca tras el congreso que la reelegirá presidenta de la formación. Sin embargo, buena parte del encuentro de hora y media lo dedicó a justificar el relevo del secretario general y de otros cargos de la ejecutiva en aras a que la nueva dirección -a la que se sumarán rostros jóvenes, según precisó- dé un "impulso nuevo y comprometido" al partido.
Fuentes del PP precisaron que el encuentro fue "tranquilo" y que Quiroga, que hoy se reunirá con los populares vizcaínos, no adelantó qué nombres baraja para la nueva ejecutiva. - Raquel Ugarriza