vitoria. El Parlamento Vasco retomará su actividad a pleno rendimiento la próxima semana con la celebración de sesiones plenarias y de control. Tras el parón de enero, que ha dejado en el tintero debates como el del nuevo estatus, la Cámara también podrá dar un empujón este mes a la creación de la ponencia que debatirá el cambio de marco jurídico-político en Euskadi. Según explican fuentes jeltzales a DNA, hoy mismo arranca el plazo para que los grupos presenten sus enmiendas a la propuesta de constitución del foro parlamentario. La peculiaridad de que lo haga en sábado se justifica en que la solicitud de creación de la ponencia se publicó en enero y, al ser inhábil, debe retomarse el primer día tras el parón del mes pasado, es decir, el 1 de febrero, hoy sábado. El plazo acabará el día 11, y las mismas fuentes calculan que el pleno podría celebrarse como pronto el 20 de febrero. Los partidos que más han torcido el gesto ante la iniciativa, PSE y PP, precisaron a este periódico que aún no han redactado sus enmiendas.

El PNV registró la proposición no de ley en diciembre, tras una ronda de contactos entre los partidos para cerciorarse de que todos estarían cómodos trabajando en la ponencia, y para evitar que el foro terminara sumiéndose en la confusión que ha atenazado a la Ponencia de Paz. Aunque logró que todos se abrieran a constituir la ponencia, será más complicado forjar un consenso sobre el nuevo estatus. En cualquier caso, el debate avanzará sin prisas y este año se centrará en analizar lo que ha dado de sí el Estatuto de Gernika. Desde el Parlamento aseguran que podrán solicitarse comparecencias este mismo año para que desfilen por la ponencia expertos en la materia o cargos institucionales. Es pronto para aventurar si los lehendakaris formarán parte de esa lista, aunque parece lógico deducir que, si se trata de hacer balance sobre el autogobierno, comparezcan quienes han ostentado la máxima representación de la CAV.

Sería a partir de 2015 cuando los partidos comenzarían a lanzar sus propuestas sobre las características que habría de reunir el nuevo estatus. El PNV apuesta por forjar un consenso amplio y por aunar a los dos extremos, EH Bildu y el PP, aunque a priori parece harto complicado. Los jeltzales defienden blindar el nuevo estatus para que el Gobierno español no pueda menoscabar el autogobierno vasco negando traspasos competenciales o aprobando leyes que se entrometan en su ámbito de actuación. Esa sería la definición del principio de bilateralidad que ha esgrimido el partido en los últimos meses y en su programa electoral, y también abarcaría a la Unión Europea. El debate quedará en manos del Parlamento, y el lehendakari solo refundaría el texto o haría su aportación si recibiera un mandato expreso de los grupos.