roma. El jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, y el primer ministro italiano, Enrico Letta, defendieron ayer una solución "justa y equitativa" en la controversia existente por las obras de ampliación del Canal de Panamá, obras que lideran la empresa española Sacyr y la italiana Impregilo. Rajoy y Letta analizaron la amenaza de paralización de esas obras en la cumbre bilateral que ambos copresidieron en Roma y expresaron en conferencia de prensa posterior su convencimiento de que será posible un acuerdo.

Letta fue el primero en referirse a este asunto al señalar que España e Italia tienen un compromiso común de intentar hacer posible ese acuerdo porque es una cuestión "de interés primario" para los dos países.

Añadió que tanto él como Rajoy querían lanzar un mensaje muy enérgico de que es muy importante llegar a una solución "justa y equitativa" y que los dos gobiernos están trabajando para ello por medio de sus respectivos ministros de Fomento, a los que dijo que se les había dado el mandato de que se muevan "lo más activamente posible". "Hoy en día esta es una de nuestras emergencias prioritarias", dijo Letta.

Rajoy se sumó a las palabras de su homólogo y reiteró que ambos gobiernos están siguiendo muy de cerca las negociaciones, en las que hay un plazo hasta el próximo 1 de febrero para intentar llegar a un acuerdo. "Tenemos la esperanza de que se va a lograr una solución rápida y pronto y creemos que, a la espera de la sentencia arbitral, la conclusión de los trabajos en la fecha prevista es por lo que todos debemos apostar", añadió.