vitoria. La Junta Directiva del PP de la CAV, el máximo órgano entre congresos de esta formación, se reunirá esta tarde a partir de las seis en su sede de Gasteiz para fijar la fecha del congreso extraordinario que pretende consolidar a su presidenta, Arantza Quiroga, designada para el puesto en mayo del año pasado tras la dimisión del anterior presidente, Antonio Basagoiti, sin haber pasado por el refrendo de la militancia.

En la reunión de esta tarde, se decidirá asimismo la ciudad en la que se celebrará el congreso, que según adelantó la semana pasada el secretario general de la formación, Iñaki Oyarzábal, tendrá lugar en la primera quincena de marzo y al que acudirá, previsiblemente, el presidente del PP y del Gobierno español, Mariano Rajoy. También se nombrará una comisión organizadora del cónclave y se definirán las ponencias y resoluciones sobre las que se debatirá, y que podrían introducir cambios en la orientación estratégica de la formación.

El anuncio de la convocatoria del congreso tuvo lugar el pasado jueves después de que Quiroga reuniese de urgencia al Comité de Dirección del PP de la CAV y precipitara los trámites para convocar el cónclave. Lo hizo un día después de que la presidenta del colectivo de víctimas Covite, Consuelo Ordóñez, abroncara al PP por su gestión del final de ETA en presencia de toda la cúpula popular en el País Vasco. La invectiva fue respondida minutos después por la propia Quiroga en un acto de su partido para homenajear a los políticos conservadores asesinados por ETA, en el que se negó a aceptar "lecciones de nadie" en esta materia.

A la brecha cada vez más grande entre algunas asociaciones de víctimas y el PP de la CAV, se le suma la reciente creación del partido Vox de José Antonio Ortega Lara y el expopular Santiago Abascal, que buscaría arañar militantes y votos al Partido Popular, en especial en Euskadi.

En esta tesitura, Quiroga pretende consolidar su liderazgo en el congreso extraordinario y aflorar la fuerza que los sangilistas tienen en este momento, un sector que estaría liderado por el eurodiputado Carlos Iturgaiz, quien hace unos meses reconoció la existencia de "dos almas" en la formación y reclamó la celebración de un congreso para medir las fuerzas de la presidenta.

Aunque el cónclave de marzo solo elegirá a Quiroga, esta deberá salir del mismo con una ejecutiva propia, de la que podría caerse, según apuntan algunos medios, Iñaki Oyarzábal, uno de los líderes del PP con perfil más progresista. En declaraciones a la Cadena Ser, el número dos de los populares vascos señaló ayer que su futuro dependerá "de la decisión de Arantza Quiroga" y de sus compañeros de partido. "Yo asumiré la responsabilidad donde me toque", manifestó, tras lo que añadió que no será un congreso "para discutir el lugar de cada una de las personas" que integran el partido, sino "para hablar de ideas, para debatir propuestas y presentar ante la sociedad un proyecto que tiene que ser cada día más sólido, necesariamente un proyecto que mire al futuro y que piense en los problemas de la gente".