Madrid. El miembro de ETA Joseba Koldo Martín Carmona declaró ayer en la Audiencia Nacional que intentaron asesinar al exconsejero vasco de Interior Juan María Atutxa al menos media docena de veces y que de no haber sido detenidos los miembros del comando Bizkaia nunca habrían desistido. Koldo Martín realizó estas declaraciones en el juicio que se celebró en la Audiencia Nacional contra Gorka Martínez Ahedo, para quien el fiscal pidió 46 años de prisión por su participación en los intentos de asesinato en 1994 de Atutxa y del sargento del Ejército de Tierra José Carollo. La abogada de la acusación ejercida por la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) se adhirió a la petición de pena realizada por el fiscal mientras que la letrada del acusado reclamó su absolución al estimar que no se ha acreditado su participación en los hechos.

En la vista, Martínez Ahedo reconoció su pertenencia a ETA, pero negó su participación en estas acciones aunque señaló que "era público y notorio que Atutxa era objetivo" de la banda. Por su parte, los miembros del comando Bizkaia Joseba Koldo Martín Carmona y Lourdes Txurruka -ya condenados por otras acciones y que acudieron como testigos- señalaron que Martínez Ahedo no participó en las intentonas contra Atutxa y el sargento Carollo.

Según el fiscal, los miembros del comando, entre ellos Martínez Ahedo, intentaron a lo largo de 1994 hasta cinco veces matar a Atutxa, en las cuatro primeras ocasiones con coche bomba en Galdakao y la última con un maletín cargado de explosivos para accionarlo con mando a distancia en la boda de su hijo en la Basílica de Begoña, en Bilbao. Martín Carmona señaló que no llegaron a hacer explosionar los coches comba contra Atutxa porque o no pasaba por el lugar previsto o cuando lo hacía había "civiles" al lado del coche, pero insistió: "Era una acción que se iba a hacer siempre que se pudiese". Asimismo, reconoció que era él y no el acusado quien se iba a encargar de colocar la maleta bomba en la boda del hijo de Atutxa pero que finalmente no lo hizo porque "había demasiado vigilancia". A este respecto, Lourdes Txurruka aseguró que no llevaron finalmente a cabo esta acción "ya que habría reventado un montón de gente en la boda".

En el juicio también compareció el sargento Carollo, quien recordó cómo le dispararon tres personas cuando circulaba con su vehículo el 18 de noviembre de 1994 en Larrabetzu y que tuvo que repeler la agresión con su arma reglamentaria, logrando llegar a su unidad, donde dio parte de lo ocurrido. En su huida los miembros de ETA fueron interceptados por la Ertzaintza y tras un tiroteo con ellos fueron detenidos, aunque uno de ellos, Ángel Irazabalbeitia, murió como consecuencia de los disparos, según consta en las actuaciones.

En el turno para prestar su última declaración Martínez Ahedo señaló que "aplicando el juego" de las acusaciones se le podía imputar "todas las acciones, comunicados, treguas y rupturas de ETA de los últimos veinte años".