gasteiz/bilbao. La hoja de ruta que el Gobierno Vasco remitió a la izquierda abertzale para abordar un "final ordenado de ETA" ha hecho mella en el orgullo del PSE, que ayer criticó no haber sido informado de esta iniciativa. Los socialistas no ven con buenos ojos que su aliado en la consecución de acuerdos de país, fraguados el pasado ejercicio y con los que se asegura al estabilidad presupuestaria del Ejecutivo autonómico, emprendan un camino que les deje a ellos al margen de la primera línea política.

El PSE quiere reconducir la situación y para ello considera necesario que el lehendakari, Iñigo Urkullu, ofrezca información de primera mano al secretario general de los socialistas vascos, Patxi López, quien ayer sembró la duda sobre la existencia de un posible "plan conjunto" de la formación jeltzale y la izquierda abertzale para "rentabilizar el abandono del terrorismo" por parte de la organización armada.

El trato preferencial que, en opinión del PSE, está otorgando el Gobierno Vasco a Sortu concede un protagonismo equivocado a estas siglas que podría derivar en que "ahora sean los que han estado aplaudiendo el terrorismo los que ganen el relato de lo sucedido en este país", según sostuvo López en una entrevista radiofónica.

En esta misma línea argumental, el portavoz del PSE en el Parlamento Vasco, José Antonio Pastor, criticó los métodos seguidos por el Ejecutivo de Urkullu a través de las conversaciones mantenidas con Sortu, lo que ha llevado a la bancada liderada por López a "dudar" sobre la actitud del lehendakari para liderar el proceso de paz y convivencia. Desde EH Bildu, la respuesta a la posición reivindicativa adoptada por los socialistas responde a un intento de camuflar su falta de protagonismo basado, según el parlamentario soberanista Pello Urizar, en dar la impresión de que PNV y Sortu pretenden crear un frente "en contra de".

El también secretario general de EA recordó a los socialistas que, "en un pasado no tan lejano", en referencia a las conversaciones de Loiola, el PSE también mantenía reuniones secretas con la izquierda abertzale.

El Gobierno Vasco reconoce que Sortu le propuso la retirada de la Guardia Civil como un requisito más hacia el final de ETA, pero niega que la hubiera abordado con los emisarios de la izquierda abertzale durante los encuentros que mantuvo en octubre, tal y como publicó ayer El Mundo. Según ha podido saber este diario, el equipo del lehendakari se reafirmó en su propuesta de cuatro condiciones a Sortu y ni siquiera valoró la realizada por esta formación.

La propuesta de Sortu se incluye en la documentación incautada por la Guardia Civil en el despacho de la abogada Arantza Zulueta durante la operación policial que terminó con su detención y la de otros siete abogados de los presos de ETA el pasado 8 de enero. En el registro también se interceptó la propuesta del lehendakari Urkullu a la izquierda abertzale con las cuatro propuestas para el final de ETA, así como otros documentos que ambas partes se cruzaron durante los encuentros y que aún no han sido filtrados por los medios.