bilbao. Desde que hace cuatro meses el PSE abandonó la Ponencia de Paz y Convivencia han pasado muchas cosas, como que los presos de ETA acepten la legalidad penitenciaria. ¿No es hora de volver?

Puede que hayan cambiado algo las cosas, pero no las sustanciales. Después de las declaraciones de Hasier Arraiz sobre la trayectoria histórica de la izquierda abertzale, dirigentes de EH Bildu y de Sortu han vuelto a hacer afirmaciones en las que anuncian que no harán jamás una revisión crítica del pasado. Por lo tanto, sigue habiendo determinadas dinámicas del pasado en ese mundo que les impiden asumir de verdad el suelo ético y volcarlo en sus comportamientos. El PSE ya dijo que no estaba dando un portazo definitivo a la ponencia, pero emplazamos a EH Bildu a que lo asumiera con sinceridad y lo demostrara con hechos. Seguimos esperando que se produzca.

¿Por qué dice que la izquierda abertzale no está dando pasos?

La manifestación del día 11 en Bilbao no fue un ejemplo de compromiso ético. Me hubiera gustado oír gritos a favor de la paz, del acuerdo o de los derechos humanos, pero no hubo ni uno, solo gritaban por la amnistía y los presos, porque no lo tienen interiorizado por mucho que lo camuflen tras una gran pancarta. Por tanto, ¿dónde estaba aquella intención que, supongo que con buena voluntad, puso el PNV encima de la mesa para entrar en la manifestación y que fuera una exigencia a ETA y su mundo para que recorra el camino que aún les queda? Fue la misma manifestación que hubiera convocado la plataforma Tantaz Tanta. Por tanto, sigue habiendo hoy una resistencia a hacer una revisión crítica del pasado. Así que no vemos condiciones para participar en la ponencia, por mucho que Joseba Egibar insista en que es el momento oportuno.

¿Y cuándo llegará ese momento?

Pensamos que el tiempo y la realidad se van a ir imponiendo y probablemente llegue la ocasión. Lo que no vamos a aceptar es que se nos emplace a los socialistas a que seamos nosotros los que nos movamos de posición. Debemos ser absolutamente exigentes y firmes con ese mundo para que dé el paso definitivo, y eso que también enuncia el PNV en sus discursos luego hay que hacerlo realidad.

¿Sería suficiente para hacer volver al PSE a la ponencia que ETA anunciara su disolución?

Probablemente marcaría un tiempo distinto. Pero estamos hablando de dos planos, el de las decisiones que pueda o no tomar ETA y el plano político de la izquierda abertzale. Un movimiento de ETA sería importantísimo, pero la izquierda aber-tzale tiene que acompañar. Los estatutos de Sortu son absolutamente claros y contundentes en el rechazo a la violencia y la apuesta por la actividad política. Bastaría con que fueran fieles a lo que escribieron en los estatutos para que la situación cambiase, pero el hecho es que no lo son. Puedo entender que una parte de su mundo aún no ha asumido en su totalidad este nuevo tiempo, pero se requiere que hagan un esfuerzo de pedagogía democrática entre su gente para que el pasado quede enterrado definitivamente. Y esos problemas son de ellos, también el de los presos, que podría estar solucionado desde hace años si se hubiesen acogido a los beneficios penitenciarios.

Pero es ahora, cuando los presos de ETA rompen el tabú y se declaran dispuestos a someterse a la legalidad penitenciaria, cuando el Gobierno y los tribunales organizan detenciones y prohiben manifestaciones.

Es cierto que los acontecimientos de los últimos días establecen como mínimo una torpeza en la actuación del Gobierno de España y del PP. Es evidente que lo que ha pasado en los últimos días metió en la manifestación 15.000 o 20.000 personas más que las que marcharon otros años. Por lo tanto, hay que exigir al Gobierno de España y al PP la suficiente inteligencia y prudencia para afrontar los nuevos retos de este tiempo sin dar lugar a excitar ánimos de la extrema derecha, por un lado, y del mundo de EH Bildu. Deberíamos abandonar la época en la que nos tiramos los trastos a la cabeza los unos a los otros porque vamos a tener que construir el futuro entre todos, pero con un suelo sólido. Pero si aceptamos la ficción de que tenemos un acuerdo de mínimos, probablemente acabemos metiendo el pie en el agujero a las primeras de cambio.

Su insistencia en no volver a la Ponencia de Paz lleva a que todos los viernes en cada pleno del Parlamento los partidos, según sus palabras, se tiren los trastos a la cabeza.

Sí, pero me niego a reconocer que, porque un debate se produzca en sede parlamentaria, necesariamente tenga que llevar a excitar las posturas de cada cual.

¿No es una contradicción que el PSE critique la manifestación de Bilbao mientras que el portavoz socialista en el Ayuntamiento de Donostia, Ernesto Gasco, apoyaba una moción contra las últimas detenciones?

No. Se puede no compartir una decisión judicial y decirlo. Nosotros ya afirmamos que acatamos la decisión judicial pero que no la entendemos. Pero de ahí a dar el paso y sumarse a gente que todavía no es capaz de hacer una revisión crítica de su pasado y que vuelve a convertir la manifestación en una exaltación de los presos de ETA hay una distancia. El PNV dice ahora que fue por responsabilidad de país, para evitar males mayores y que tenían incomodidad, pero fue un error porque el que se aprovechó de ese movimiento del PNV fue el mundo de Sortu.

¿Por qué el PSOE no tiene interiorizado que el cierre definitivo del ciclo del terrorismo es un tema tan importante que debería llevarle a plantear un pacto de Estado, como el que propuso para la economía?

Esas expresiones las he oído muchas veces en el Congreso de los diputados por boca de Alfredo Pérez Rubalcaba. Ocurre que el PP da la impresión de encontrarse cómodo en esta situación. Incluso uno llegaría a pensar que determinados problemas o conflictos le vienen bien para tapar otros problemas de gestión, como la reforma de la ley del aborto. No se puede ser más riguroso ahora que no existe ETA que cuando mataba y extorsionaba. Un partido que se dice de Estado tiene que hacer entender esa situación y adaptar su actuación al nuevo tiempo. Con esto no defendemos que se abandone la defensa de la legalidad ni las normas democráticas ni que la justicia deje de actuar, solo que el sistema democrático, la ley penitenciaria y las actuaciones judiciales tienen margen suficiente para actuar de manera más inteligente y actualizada. El PP parece que no quiere entenderlo.

Ha criticado en el Parlamento el "poco liderazgo democrático" de los gobiernos vasco y español en los acontecimientos de los últimos días. ¿Los equipara en responsabilidad?

Lo que digo es que el Gobierno del PNV tenía que haber estado mucho más vigilante con la manifestación de Bilbao y la presencia de su partido en la misma. No vale ponerse de perfil y hacer declaraciones como las de Miss Universo, las de queremos la paz mundial y que se acabe el hambre. En eso coincidimos todos pero no coincidimos en nada. Nos parece bien que el lehendakari Urkullu haya pedido una entrevista a Rajoy para pactar el fin de ETA, pero también tiene que tener un discurso no equívoco, en el que un día se inclina hacia un lado y otro, hacia el otro, según donde parece que va la opinión pública. Y la foto del otro día, en la que estaba el PNV, el partido de gobierno en este país, era equívoca y el lehendakari no puede permanecer mudo.

¿El PSE se siente satisfecho del cumplimiento de los acuerdos fiscal y de reactivación económica pactados con el PNV?

Como la reforma fiscal ha tenido una plasmación clara a través de las Juntas Generales, podemos decir que sí, que se ha ido poniendo en marcha. Hay un aspecto del que no sabemos nada, el plan conjunto de lucha contra el fraude fiscal, del que seguimos sin saber cuál es la postura del Gobierno, la planificación, qué se espera recaudar y qué actuaciones se van a poner en marcha para evitar la elusión fiscal. Pero respecto al resto de acuerdos, tanto en incentivación económica y empleo, como en sanidad y políticas fiscales, estamos en un proceso de verificación. Y vamos a ser extremadamente exigentes en el cumplimiento estricto de los acuerdos políticos de los que se derivó el apoyo del PSE a facilitar la aprobación de los Presupuestos.