Bilbao. Tras la manifestación de PNV y Sortu, la polémica parece zanjada y PSE y PP se muestran incluso más conciliadores...
Cuando uno hace excesos, lo que tiene que hacer luego es un mayor esfuerzo para paliar los efectos negativos de esos excesos. El PSE, pero sobre todo el PP, cometieron un claro exceso a la hora de valorar la manifestación, olvidándose de los hechos que nos habían motivado a ir, y olvidando la cuestión de fondo: que ha llegado el momento de decir si estamos a favor de avanzar en el proceso o no. Ante la falta de agilidad de ETA y las torpezas del Ministerio del Interior, corre el riesgo de empantanarse, y no queremos que suceda.
¿Hay movimientos para reactivar la Ponencia de Paz?
Hay que hacer que el clima político mejore. En los próximos meses va a haber ocasiones para ir limando las aristas que nos separan y para volver a forjar relaciones políticas normalizadas, que las diferencias no nos impidan sentarnos en torno a una mesa. Pronto va a entrar en el Parlamento el Instituto de la Memoria, que va a darnos ocasión de ir cimentando la complicidad para intentar avanzar. Y ese sería también nuestro interés con la Ponencia de Paz: que en los próximos meses seamos capaces de dar con las claves que permitan al PSE volver y al PP integrarse.
¿Contemplan reactivarla solamente con la izquierda abertzale?
Nuestro deseo es que sea con todos, y desde luego que vuelva el PSE. Ese es el intento al que vamos a ir. No queremos que nadie se sienta presionado, pero tampoco vamos a aceptar ningún veto. Hay tiempo, y lo importante es conseguir que empiece a trabajar pero con todos.
¿Cómo es su relación política con Hasier Arraiz?
Cada uno está jugando su papel. Yo de presidente del PNV y él de cabeza visible de Sortu. Lo que sí somos, yo por lo menos lo soy, es muy claro y sincero con él. Hablamos cada uno desde su posición, pero con la conciencia ambos de que cuando está en juego el interés general de la sociedad hay que dar un paso adelante, y nosotros lo vamos a seguir dando.
¿Ve dispuesta a Sortu a asumir el 'suelo ético'?
Sí. Tiene un problema cosmético en esta cuestión. Sabe que tiene que asumir ese suelo, y de hecho está en sintonía plena con sus estatutos, por los que fue legalizada por las autoridades españolas. Pero sabe que hay una parte de sus bases que cree que ese suelo está incompleto, que es darle la razón al otro... Una parte de las bases sigue atrincherada y no se ha adaptado a la nueva situación. Por eso, a una parte de los actuales dirigentes les falta un poco de valentía para hacer pedagogía con su gente y decirle que hay que aceptar el suelo ético, que no hay ningún problema en hacerlo. ¿Que luego hay que mejorarlo? Sí, pero no debería tener ningún inconveniente en aceptarlo. Además, con la boca pequeña en las reuniones de la ponencia lo han dicho.
Es decir, ve a Sortu en esa reflexión de asumirlo, tarde o temprano.
Sí, pero el paso del tiempo suele traer consigo que las iniciales peticiones del otro se van modificando y van aumentando. Así que yo le pediría a Sortu gestos ya, rápidos, para dejar sin argumentos a los demás, para dejar al PSE tranquilo respecto a sus intenciones y al ámbito ético en que se quiere mover, para no dar excusas al Gobierno de Madrid en determinadas operaciones... Con la misma valentía con que actuamos nosotros yendo a la manifestación tiene que actuar Sortu dando pasos.
Hasta llegar a la manifestación, ¿el PNV ha llegado a pensar que el proceso estaba en riesgo?
Más que en riesgo, estaba parado. Los extremos de uno y otro lado empezaban a estar a gusto en ese bloqueo, y era el momento de dar un toque. Además, después del comunicado de los presos, un reconocimiento del error político y sobre todo moral que supuso su actividad, viene la operación policial. Cuando veamos el sumario veremos si estaba fundamentada, pero nos dio qué pensar el momento en que se hizo, como si fuera una respuesta al comunicado, y la forma, que evidenció que al Ministerio le importaba más salir en los periódicos que la operación. Si a eso le sumamos la prohibición de la manifestación, el cuadro era de alto riesgo, de vuelta atrás. Podía abrir una sima en la convivencia con algaradas callejeras. Había que decir a Madrid que por esa vía no iban a tener al PNV al lado, sino enfrente.
¿Ha hablado con la vicepresidenta española?
Tengo muchas conversaciones con mucha gente, y lo bueno es que son discretas, y por eso son eficaces.
Entiendo que ha hablado con ella...
Digo lo que digo.
Pero su relación sigue siendo fluida, no se ha visto afectada.
No, no debiera, y no creemos que sea así. La mejor manera de solucionar los problemas es hablar, y eso es lo que hasta ahora no hemos hecho con el Gobierno de Rajoy. Pedimos interlocución. Si todo esto sirve para que haya una nueva forma de mirar esta cuestión por parte del Estado, como ha dicho Arantza Quiroga, y para que haya una colaboración con el Gobierno vasco, bienvenido sea.
¿Descartan romper relaciones?
No sirve de nada romper relaciones. Al contrario. Cuando hay problemas es cuando más hay que insistir. Lo que no vamos a hacer es quedarnos parados, como hicimos con la manifestación. Avanzaremos con quien quiera avanzar. Eso es lo que tienen que entender. Que no pueden pretender que los demás vayamos a su ritmo cuando además creemos que lo que están haciendo es equivocado.
¿Debe dimitir el ministro de Interior?
Lo que tienen que hacer él y el presidente del Gobierno es ver si en la situación actual la política de paz la tiene que gestionar el jefe de la Policía, y ver si en la parte que le corresponde al Ministerio las operaciones que está desarrollando y las manifestaciones que hace son las más adecuadas para este momento. Lo que me gustaría es que hubiera un cambio de actitud. Al final, los nombres... es verdad que los talantes ayudan, pero lo importante es que haya un cambio de voluntad política.
¿Les ha pedido perdón el PP de la CAV por decir que no han ido a manifestaciones con las víctimas?
No, pero no se nos va a olvidar tan fácil, porque no tienen legitimidad para hablar al PNV de esto. El PNV tiene 118 años de historia intachable.
¿Qué opina del nuevo partido creado por Ortega Lara y Santiago Abascal?
Espero que libere al PP de lo más reaccionario, que hasta ahora ha sido un lastre dentro de ese partido. Que dejen al PP que transite por una senda de política más centrada y aperturista. Puede ser una buena noticia a pesar de que, cuando uno oye su ideario, los pocos pelos que tiene se le ponen de punta.
¿Por qué da el PNV seis meses para el desarme de ETA?
Un año era demasiado y, como los cursos políticos se dividen en seis meses, manifestamos ese deseo para este curso que acaba en julio.
Pero, ¿intuye que en seis meses puede haber pasos en esa dirección?
No, es un deseo. Y una exigencia.
¿Le parece sincero el reconocimiento del daño causado de los presos?
Tengo que creer que así es. No lo habían hecho nunca, y muchos lo han hecho después de salir a la calle, así que no vamos a recelar. Si recelamos todos de todos, no avanzamos.
¿Sigue activa la vía de interlocución con la vicepresidenta española para hablar sobre leyes y autogobierno?
No ha salido todo lo que nos hubiera gustado, pero hemos conseguido grandes avances en temas clave como la reforma local, la Ley de Cajas... Vamos a seguir con la mano tendida al acuerdo, pero nos gustaría que los acuerdos fueran previos a que las leyes vieran la luz, porque luego solo nos queda la vía de la enmienda y del parche.
En su informe de duplicidades, Lakua pone más el acento en las del Estado que en la CAV. ¿No se reformará la Ley de Territorios Históricos?
Para reducir gastos superfluos no hace falta modificar la LTH, sino la forma de gestionar que tenemos. Y la realidad es que donde hay duplicidades es en la Administración del Estado, que no se ha adaptado a las nuevas circunstancias después de perder las competencias que ahora están en manos vascas. Eso es dinero, son funcionarios que se tienen que ganar el sueldo y justificar su presencia aquí, y además de ser un gasto superfluo son en muchas ocasiones un obstáculo para el desarrollo del autogobierno. Estamos dispuestos a corregir las duplicidades en la medida en que sea responsabilidad de las instituciones vascas, pero no son tantas como se dice.
En cuanto al nuevo estatus, ¿el PNV pretende blindar las competencias, o busca un nuevo marco?
Vamos a ver qué disposición hay en el resto de fuerzas. Una de las mayores debilidades del Estatuto es lo vulnerable que ha sido a la intervención de los poderes del Estado vía leyes básicas, adaptación de la normativa europea, sentencias del Tribunal Constitucional... El Estatuto ha ido sufriendo mutilaciones. Eso en el nuevo marco no puede pasar, tenga el carácter que tenga. Tiene que haber una relación de bilateralidad plena y efectiva entre las instituciones vascas y las otras instituciones vinculadas, que serían las del Estado, pero también las europeas.
Desde algunos sectores se interpreta que el PNV está dilatando la fecha de la consulta hasta 2016 para que haya otro Gobierno español.
No... Hay que utilizar de forma inteligente el calendario y darse un tiempo para analizar los problemas del Estatuto. Muchas veces el debate lo circunscribimos a nuestra relación con los de fuera, pero también tendremos que mirar nuestra relación hacia adentro. No creo que sea ninguna barbaridad que reservemos un año o un año y pico. Se puede hacer todo en 2015 pero, si hay que utilizar cuatro o cinco meses de 2016, a nadie le va a parecer mal si es para bien.
¿Teme que la izquierda abertzale trate de marcar el paso?
Tenemos ganas de saber qué quiere, porque hasta ahora se ha refugiado en la indefinición, cuando no en asumir propuestas nuestras del pasado, que curiosamente echó atrás en su momento, como el Nuevo Estatuto aprobado por el Parlamento en 2004.
Si el Estado prohibe la consulta, ¿Mas debería desobedecer o acatar?
Yo le he oído decir que todo lo que va a hacer lo hará dentro de la legalidad. Lo que están esperando desde Madrid es un desacato para poder desacreditar la posición soberanista catalana en Europa. El president tiene su ruta pensada y ya habrá visto cómo sortear ese problema.
Cuando el PNV estuvo en su lugar, no dio el salto de desobedecer.
Sí, porque nos llevaba a un callejón sin salida. Los vascos no teníamos nada que ganar, y sí mucho que perder. Fue un proceso muy doloroso, con una imposición, pero hoy estamos aquí, en un nuevo proceso. Los procesos fallidos hacen que aprendas para que el siguiente salga mejor.
¿De qué depende que el PNV se sume a un bloque catalán con CiU para las europeas? ¿De que no estén Bildu y la CUP?
No, no, no. Esa no es la cuestión, no. No es una decisión nuestra. Históricamente hemos ido juntos para proponer una Europa de los pueblos, más atenta con las realidades nacionales. Eso nos ha unido a catalanes, vascos, gallegos, canarios... En este momento crítico para Catalunya pueden tener la idea de utilizar las elecciones europeas como una caja de resonancia para el proceso soberanista, y puede que para eso deban hacer una coalición exclusivamente catalana, no porque no tengamos coherencia ideológica, sino porque el hecho en sí importante es Catalunya. Tenemos muy avanzadas las conversaciones con los canarios y con el grupo Compromiso de Galicia.
Es decir, si hubiera bloque catalán, sería chocante que sumara al PNV...
Si es un bloque catalanista... Otra cosa es que fuera un bloque nacionalista, por la Europa de los pueblos, como hemos hecho siempre.
¿No le preocupa que al perder el activo de CiU se queden sin escaño?
No, no. En la legislatura pasada por nuestros propios medios prácticamente sacamos el escaño. No es una cuestión de necesitar al primo de Zumosol catalán para salir.
Garitano se queda sin apoyos. ¿Quiere como el PSE que se someta a una cuestión de confianza?
Lo que le pedimos es que sea un gobernante democrático, acepte su minoría, y sea capaz de gobernar tejiendo acuerdos. Llegaron diciendo que iban a ser un Gobierno de participación, y son un gobierno de imposición. Todo manu militari, todo por decreto, hurtando el debate a las Juntas, no haciendo caso a la mayoría, ya sea en los peajes, la fiscalidad, la política de residuos, Igeldo... Pedir apertura, decir en el ámbito de la paz que lo importante son los acuerdos, como decía Hasier Arraiz en el artículo que publicaba DNA, no es compatible con hacer justo lo contrario cuando se gobierna.
Tras las elecciones forales en Gipuzkoa, ¿el PNV querría formar gobiernos alternativos o solo lo haría si fuera la lista más votada?
Primero hay que ver los resultados.
¿Respetaría la lista más votada?
Hay que ver los resultados. La lista más votada es un elemento importante, pero la gobernabilidad también. La coherencia en lo que quiere el territorio... Ya veremos. Lógicamente aspiramos a ganar, y la ciudadanía tiene dónde comparar: lo que fueron los gobiernos del PNV y el calvario de la gestión de Bildu. Es a la ciudadanía a la que le toca quitar el apoyo a unos o a otros.
José Luis Bilbao ha dejado abierta la posibilidad de ser el próximo candidato a la Alcaldía de Bilbao.
No, José Luis Bilbao no ha dejado abierta ninguna posibilidad. Lo que ha dicho es que está en manos del partido. Es una persona muy disciplinada y que no se sale nunca del guion a la hora de contestar a este tipo de cuestiones. No dijo que estaba abierto a nada, sino que el proceso lo abre y lo decide el partido.
Pero sí se empieza a señalar a Ibone Bengoetxea...
Pero le digo lo mismo. Eso lo va a señalar el BBB y las juntas municipales de Bilbao.
Se habla de que esta será la última legislatura de José Luis Bilbao en la Diputación.
Lo va a decidir el BBB.
Al margen de ese proceso, habrá hecho saber si quiere continuar...
No le toca todavía, cuando le pregunten lo dirá, y todavía nadie le ha preguntado.
¿El PNV quiere que venga la Eurocopa a Bilbao únicamente si juega Euskadi contra España o también si juega solo la selección española?
El PNV quiere que juegue Euskadi. No nos vamos a perder en un debate que es un agua que mueve poco molino. Queremos que haya selecciones vascas que compitan regularmente. Eso nos gustaría que sucediera de aquí a 2020. Hay tiempo.
¿Quiere la Eurocopa? Es dinero...
Hay tiempo hasta 2020 para que todo sea posible. Que juegue Euskadi, que Bilbao sea sede...
Si en las primarias del PSOE ganara un vasco, como Patxi López, y acabara en Moncloa, ¿sería más sensible a las reivindicaciones vascas?
Ha habido vascos que se han comportado bien, y otros, no. En términos generales y conociendo a Patxi López, sería una buena cosa que el PSOE estuviera en sus manos.