Bilbao. La imagen del PNV convocando una manifestación conjunta con la izquierda abertzale pudo resultar ayer llamativa, pero no histórica. No es la primera vez que ambas formaciones suman fuerzas para movilizarse en la calle, aunque sí es cierto que en los últimos años ha sucedido con cada vez menor frecuencia.

La primera gran manifestación convocada por los jeltzales y la izquierda abertzale tras el fin de la dictadura, y que precisamente guarda una mayor similitud con la convocada ayer por el momento histórico en el que se celebró, tuvo lugar el 10 de enero de 1999 en pleno proceso de paz y tras el Acuerdo de Lizarra. Sin embargo, en esta ocasión el lema se centra en una petición más genérica como la paz y los derechos humanos, y no en reivindicaciones más concretas como el acercamiento de los presos, que sí fue reivindicado en la marcha de 1999 impulsada por PNV, HB, EA y Ezker Batua. Tuvo continuidad en otra iniciativa conjunta: los partidos abertzales sumarían sus fuerzas en abril para conmemorar el Aberri Eguna.

Tras la ruptura de la tregua, no hubo ninguna una otra manifestación conjunta entendida como una convocatoria consensuada con lemas pactados. A lo sumo, la izquierda abertzale ha convocado marchas que ha secundado el PNV o viceversa, sin trabajar mano a mano en la cocina de la convocatoria. El punto de inflexión lo marcó la marcha del año 2000, convocada por PNV, EA y EB para pedir el cese de ETA, y a la que en teoría se sumaron las filas de Arnaldo Otegi, aunque lo hicieron con otra pancarta. Xabier Arzalluz lamentó que terminaran celebrándose dos manifestaciones en una.

La última vez que el PNV coincidió con la izquierda abertzale se remonta al 17 de octubre de 2009, cuando se manifestaron para criticar las detenciones del caso Bateragune. Ya entonces hubo que buscar un precedente en 2006, tres años antes, en la marcha contra el macrojuicio 18/98. El declive llegaría un año después a la vista de las pitadas con las que eran recibidos los jeltzales. En 2010, recién forjado el polo soberanista, el entonces líder del BBB, Andoni Ortuzar, y su homólogo en el GBB, Joseba Egibar, apoyaron una marcha contra la prohibición de manifestaciones. Fueron recibidos con insultos. Lo mismo le había sucedido a Egibar un año antes en una marcha por Egunkaria. En los últimos años algunos jeltzales han acudido a título personal y con delegaciones de menor peso a protestas como la que rechazó la operación contra Herrira.