BILBAO. La "calidad" del proceso de paz dependerá "de la cantidad y de la calidad de los arrepentimientos", y de que "estos sean profundos". Así de rotundo se manifestó ayer el obispo de Donostia, José Ignacio Munilla, al tiempo que consideró que "el reconocimiento del mal causado" que han realizado los presos de ETA en su conjunto "es claramente insuficiente". Advirtió de que "si ese paso no se profundiza más, puede ser carente de valor ético-moral". Munilla se refirió igualmente al respaldo que han mostrado las Comunidades Cristianas Populares, el colectivo Herria 2000 Eliza y la Coordinadora de Sacerdotes de Euskal Herria a la manifestación por los derechos de los presos de ETA, convocada para este próximo sábado en Bilbao, restándoles importancia porque se tratan de "grupos minúsculos".
Afirmó el obispo en la Cadena Cope que "para tener autoridad moral en la reivindicación de los derechos humanos de los presos, que los tienen como todos los seres humanos, es necesario partir de la inequívoca condena de los actos terroristas que han cometido" porque, según describió, "lo contrario sería una falsedad, invocar la justicia para amparar la injusticia o para ofender a las víctima".