BILBAO. En una entrevista concedida a Onda Vasca, recogida por Europa Press, Beitialarrangoitia ha afirmado que ya sabían que el Ejecutivo español "no sólo no iba a ayudar al proceso en Euskal Herria, sino que estaba en una fase de involución, y por lo tanto, lo iba a obstaculizar como pudiera". "Y éste es uno de los pasos que ha dado para ello. Es uno más, no es el primero, y no será el último", ha añadido.
A su juicio, "es difícil de entender" esta operación si se tiene en cuenta "quiénes son las personas detenidas", es decir, "el grupo de mediadores externos del Colectivo de Presos Políticos vascos".
Por ello, cree que "es difícil de entender que se hable de que la función que tenía era, precisamente, que este colectivo no aceptara medidas individuales cuando, reconocido por el propio comunicado de los presos, una de las funciones que este grupo de mediadores tenía, a corto plazo, era buscar acuerdos para lo contrario, para llevar a la práctica su decisión de explorar las vías legales para lograr salidas individuales y escalonadas".
CONDICIONAR LOS PASOS
"Queda en evidencia, una vez más, que el Gobierno decía condicionar los pasos que tiene que dar a que otros dieran otras serie de pasos, y conforme esos pasos se van dando, va cambiando la condición que pone, porque lo que demuestra es que es un enemigo declarado y acérrimo de la paz", ha añadido.
A su juicio, con todo ello, pretende retrasar que se aborde "el problema de fondo" y no "hincar el diente a eso que dice que no existe", que es "el conflicto".
Maite Beitialarrangoitia se ha mostrado convencida de que, pese al operativo de la Guardia Civil, la decisión adoptada por los presos se ha hecho al margen de cualquiera que pudiera ser "la respuesta del Estado".