Los presos no desbloquean la Ponencia de Paz

El comunicado no propicia el reenganche del PSE, mientras el PP lidia con sus sectores inmovilistas

Míriam Vázquez

gasteiz. Cuando abandonó la Ponencia de Paz en septiembre, el PSE justificó su decisión en que EH Bildu habría retrocedido y endurecido su mensaje, y en que se resistía a asumir el suelo ético, aunque esa última razón no supusiera novedad alguna, ya que el socialismo conocía la postura de la izquierda abertzale respecto a esos principios cuando accedió a reactivar la ponencia, en la que tampoco participa el PP. Ese suelo pone en valor la memoria como "herramienta esencial para deslegitimar el terrorismo", y aboga por reconocer la responsabilidad de cada cual en el pasado. El socialismo solo regresaría cuando la izquierda aber-tzale asumiera esos principios en propias carnes, más allá de limitarse a aceptarlos como un documento de trabajo que aspira a modificar. Unas semanas más tarde, el PSE entendía reforzada su posición al asistir al rebrote de los actos de kale borroka y a las declaraciones de Hasier Arraiz sobre la trayectoria de HB, que algunos sectores interpretaron como una justificación de ETA aunque Sortu precisaría después su intención y acotaría su significado. Sin embargo, en las últimas semanas se ha producido un cambio de tendencia en las noticias procedentes del MLNV.

Por una parte, los presos han apostado por ajustarse a la legalidad y por reclamar beneficios penitenciarios de forma individual y no como colectivo. Por otra, ese avance podría conceder, a su vez, un margen mayor a EH Bildu para dar sus propios pasos unilaterales. El portavoz de Sortu, Pernando Barrena, ha llegado a considerar que el desarme de ETA es "necesario y muy deseable". Esas novedades podrían satisfacer al PSE y llevarle a reincorporarse a la ponencia aunque, por el momento, no parece seducido. Así lo dejó ver ayer la portavoz socialista, Idoia Mendia, en declaraciones a Efe. "Podemos estar dispuestos a esperar a que EH Bildu avance, pero ahora mismo no se dan las condiciones para que sigamos sentados en esa ponencia", dijo. Cuando dejó ese foro, el PNV reprochó al PSE que pusiera como condición que hubiera acuerdo sobre el suelo ético para comenzar a trabajar, cuando el pacto, a su juicio, debería llegar en un futuro como consecuencia de los trabajos. Los jeltzales siguen en la ponencia con EH Bildu, aunque la han dejado en impasse a la espera de apoyos.

Lo que sí resulta muy improbable es que el PP se sume, dado el marcaje de sus sectores más inflexibles. El Gobierno español ya congeló los beneficios penitenciarios incluso a presos desmarcados de ETA después de que determinadas víctimas cargaran contra la liberación del reo enfermo Iosu Uribetxebarria, y la excarcelación de más de sesenta presos tras el fallo europeo sobre la doctrina Parot ha sido la gota que ha colmado el vaso y que hará que los populares midan aún más sus pasos. No parece que participar en una Ponencia de Paz con EH Bildu vaya a tranquilizar a esos sectores inmovilistas. Ayer mismo, Sortu denunció el alejamiento de Xabier Sagardoi y Luis Goñi. Han pasado de Iruñea a Soria y Zaragoza, aunque la decisión fue previa al comunicado.

Está por ver qué sucede con el PSE. En pleno periodo de cambios, y si la izquierda abertzale continúa dando pasos, podría reconsiderar su postura en cualquier momento. Sin embargo, Bildu ha interpretado que la posición del PSE no depende de sus avances, sino que López ha tomado distancias porque trabajar en ese foro lastraría su eventual carrera hacia La Moncloa. Según esa lectura, diera los pasos que diera Sortu, López no movería ficha hasta que se resolvieran las primarias del PSOE. Pero también podría mantenerse en guardia por la kale borroka. Seguridad notificó ayer un ataque a un autobús en Lekeitio, donde varias personas habrían amenazado al conductor con un martillo y pintado la palabra "amnistía" en el vehículo.

Laura Mintegi, José Antonio Pastor y Joseba Egibar, en una reunión en el Parlamento Vasco. Foto: efe

Seguridad notifica el ataque a un autobús en Lekeitio, y Madrid aleja a dos reclusos de Segi a Soria y Zaragoza