BILBAO. La situación de sus presos siempre ha sido para ETA la pieza clave para avanzar en sus reivindicaciones tras el anuncio de cese definitivo de la violencia el 20 de octubre de 2011.

Incluso antes de este fecha, el autodenominado "Colectivo de Presos y Presas Políticos Vascos" (EPPK), en el que se integran casi 800 reclusos, se sumó a la exigencia de la izquierda abertzale de que ETA hiciese público un "alto el fuego permanente, unilateral y verificable".

Con el pronunciamiento de hoy -son ya una decena desde el cese de la violencia-, el EPPK da respuesta a las peticiones del Foro Social para Impulsar el Proceso de Paz celebrado en marzo en Pamplona y Bilbao, que auspiciaron los colectivos Lokarri y Bake Bidea y en el que participaron también Sortu y PNV.

De las doce conclusiones presentadas el pasado 27 de mayo para impulsar el proceso, el foro apostó por que los presos renunciaran a la violencia, reconocieran el daño causado y mostraran su compromiso con el nuevo escenario, al tiempo de abogaba por la reinserción de los reclusos de forma "individualizada, escalonada y en tiempo prudencial".

Y estas mismas palabras son las que emplea hoy el EPPk en su comunicado difundido a través del portal digital Naiz.info desde el que anuncia que está dispuesto a tratar la opción de una "solución" a las "personas presas" dentro de un proceso "escalonado", "individual" y en un "tiempo prudencial".

El escrito señala que los presos "asumen toda su responsabilidad sobre las consecuencias" de su actividad y muestran su "voluntad para analizar la responsabilidad" de cada uno de ellos "dentro de un proceso acordado que reúna las condiciones y garantías suficientes".

Antesala de este comunicado, es un reciente documento de la dirección de los presos de ETA que establece una estrategia judicial para los más de 400 reclusos encarcelados en España.

Fuentes de la lucha antiterrorista explicaron a Efe a principios de este mes que esta iniciativa persigue reclamar a partir de 2014 el traslado a prisiones del País Vasco de presos de forma individual, toda vez que primero presentarán sus demandas los enfermos y luego lo harían los que llevan más de 20 años en la cárcel junto a los dirigentes del colectivo.

Por último, según esta estrategia, formalizarían su petición de acercamiento los reclusos desde hace 15 años en prisión, y, después el resto de forma progresiva en función del tiempo que llevan encarcelados.

Lejos de las soluciones individuales que aceptan ahora, el colectivo de presos inició el pasado año (2012) rechazando estas iniciativas en un comunicado en que instaba al Estado a "aparcar el intento de buscar" estas salidas, en alusión al plan de reinserción impulsado por el Gobierno.

Más allá fueron los presos en un declaración dada a conocer en un acto en Gernika el 2 de junio de 2012, en la que, tras declararse "conscientes del múltiple dolor generado", reclamaban la "amnistía" y la desaparición de todo "impedimento" para su excarcelación.

Hace justo un año y de forma oficial, se pronunció el EPPK: El 29 de diciembre de 2012 y en un comunicado publicado en Gara, el colectivo opinaba que era el momento de acabar con la dispersión y dar pasos "decisivo".

En 2013, el colectivo de presos solo ha hecho públicos dos comunicados: el 5 de abril para advertir del riesgo de que el proceso se alargara y el 11 de octubre tras la detención de los dirigentes de Herrira, un golpe policial que tacharon de "acto fascista".

Con el pronunciamiento de hoy, los presos de ETA aclaran su posición sobre el futuro de los reclusos.