Johannesburgo. El gesto tuvo lugar cuando el líder estadounidense, Barack Obama, subió a la tribuna para pronunciar su discurso en la ceremonia de despedida de Nelson Mandela. Entonces, el mandatario pasó junto a su homólogo cubano, Raúl Castro, y le estrechó la mano. Se trataba de un gesto sin precedentes entre ambos y apenas la segunda vez que un mandatario de Estados Unidos y uno de Cuba se estrechaban la mano desde la imposición del bloque comercial a la isla caribeña en 1962. Antes, en 2000, Bill Clinton había hecho lo mismo con Fidel Castro durante una ceremonia en la Casa Blanca, aunque en esa ocasión ninguna cámara lo captó. Esta vez sí hubo instantánea y se convirtió en la imagen del día.

El gesto enfadó al exilio cubano de Miami, pero la Casa Blanca restó importancia al apretón de manos, al señalar que "no se planeó" y que el mandatario estadounidense estaba centrado en homenajear a Nelson Mandela. "No fue un encuentro planeado con antelación", explicó un alto funcionario estadounidense, que pidió el anonimato, en declaraciones citadas por las cadenas CNN y CBS News. "Por encima de todo lo demás, hoy es un día para homenajear a Nelson Mandela, y ése era el único foco de atención del presidente durante el servicio fúnebre", añadió. Agregó que Estados Unidos "aprecia que gente de todo el mundo esté participando en esta ceremonia" en honor de un líder mundial de los derechos fundamentales.

Poco después de saludar a Raúl Castro, Obama aprovechó su discurso para hacer lo que pareció una aparente crítica al régimen cubano. "Hay demasiados líderes que aseguran ser solidarios con la lucha por la libertad de Madiba, pero no toleran la disidencia en su propio pueblo", manifestó Obama. Precisamente, el citado funcionario de la Casa Blanca recordó esa frase del mandatario y señaló que Estados Unidos "urge a los líderes mundiales a honrar la lucha de Mandela por la libertad al garantizar los derechos humanos básicos de su pueblo".

Por su parte, el presidente cubano consideró "normal" y de gente "civilizada" el apretón de manos. "Normal, somos civilizados. Si lees mi discurso, ¿lo viste? obedece a eso", explicó Castro en una breve entrevista con la emisora La F.m. de Colombia desde Johannesburgo.

La foto a tres Otra de las anécdotas entre el centenar de mandatarios presentes en la ceremonia de despedida de Soweto también estuvo protagonizada por Barack Obama. La imagen del presidente estadounidense con el primer ministro británico, David Cameron, y la primera ministra danesa, Helle Thorning-Schmidt, sacándose una foto entre risas ha dado la vuelta al mundo. Michelle Obama, seria y apartada del grupo, no quiso participar, al parecer en el juego del trío.