vilna. El primer ministro ucraniano, Nikolai Azarov reconoció que la renuncia ucraniana se fraguó en la reunión que mantuvieron el presidente ucraniano, Victor Yanukovich y el presidente ruso, Vladimir Putin, el 9 de noviembre, aunque el Kremlin considera que las acusaciones de Bruselas "están fuera de lugar". "No queremos ser un campo de batalla entre la UE y Rusia. Queremos tener buenas relaciones con ambos", aseguró Azarov.

Rusia mantiene que la asociación con la UE amenazaba a Ucrania y otros países con "un largo período de desbarajuste económico, desindustrialización, la ruina de las propiedades agrícolas particulares y, como consecuencia, el aumento del desempleo y la caída del nivel de vida de la población".

Armenia y Bielorrusia también han dado la espalda a Europa al optar por integrarse en la Unión Aduanera con Rusia y Kazajistán.

El proteccionismo de la UE Bruselas mantiene que el plantón ucraniano a su asociación se debió a las presiones de Rusia, que advirtió de que en caso de que se firmara el acuerdo tomaría medidas proteccionistas para impedir el acceso de los productos a su mercado. "Es especialmente lamentable que las decisiones de estos países de reconsiderar sus opciones hayan sido adoptadas bajo presión externa", dijo el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz. La Unión Europea debe decir, "en voz alta y con toda claridad", que la presión de Rusia contra los socios orientales es "simplemente inaceptable".