BARCELONA. La titular del Juzgado de Instrucción 20 de Barcelona ha llamado a declarar en calidad de imputado a un noveno mosso d'Esquadra por la presunta comisión de un delito de obstrucción a la Justicia y su posible implicación en la muerte del empresario del Gaixample Juan Andrés Benítez horas después de ser reducido por los agentes en el Raval.
Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), imputa a este mosso por presuntamente ser quien borró con agua el charco de sangre que dejó Benítez tras ser reducido por los Mossos y por su presunta implicación en los hechos, y le cita a declarar el miércoles 27 de noviembre a las 11 horas.
La juez ha imputado a este agente tras escuchar las declaraciones de varios testigos que aseguraron que un mosso vertió una botella de un litro de agua sobre un charco de sangre que quedó en la acera tras la reducción policial, en la que hubo varios golpes que ahora están bajo sospecha.
Asimismo, uno de los mossos que declaró como imputado del 13 de noviembre manifestó que "alguien le dijo que había una mancha de sangre y la limpió con una botella de agua, que la limpió por salubridad", que muy probablemente podría ser de Benítez, y que así les enseñan a limpiar este tipo de restos en la escuela policial.
La División de Asuntos Internos de los Mossos d'Esquadra remitió a la juez la declaración del agente que manifestó ante ellos que, al observar que en el lugar que se había producido la actuación policial había una mancha de sangre, tiró encima el agua que contenía una botella que tenía en el coche.
En la declaración ante Asuntos Internos explicó que observó como diversos compañeros reducían a un individuo que estaba en el suelo, que "no dejaba de moverse de manera agresiva" y que ayudó a trasladarlo al coche policial, transportándolo en forma horizontal boca abajo.
La juez considera que "ni por razones de salubridad, higiene o protocolos de actuación pueden justificar que unos agentes procedan al borrado o alteración" de unos rastros o vestigios de un posible hecho delictivo sin previamente preservarlo, máxime cuando éstos se hubieran podido preservar con una fotografía.
Por ello, la juez considera que el agente no se limitó a borrar el charco de sangre sino que también estuvo presente en el momento en el que sus compañeros realizaban la intervención sobre Benítez.