roma. Como si de una escena de El Padrino III se tratara, los esfuerzos reformistas que vertebran los primeros pasos del apostolado del Papa Francisco, sobre todo en lo relativo a la limpieza de las finanzas del Banco Vaticano, podrían haber colocado al pontífice en el punto de mira de la mafia calabresa. Así al menos lo afirmó ayer el fiscal jefe de Reggio Calabria, Nicola Gratteri, que aseguró al diario Il Fatto Quotidiano que el discurso moral de Jorge Bergoglio en este peliagudo aspecto -el que centra hoy el grueso de las actividades de la mafia- no pasa inadvertido para los capos.
mensaje "indigerible" Gratteri tiene una larga carrera en la Dirección Distrital Antimafia, que combate el crimen organizado en el sur de Italia. Y su reputación indica que hay que tomar en serio su advertencia, según analistas de la prensa italiana. En un reciente libro de su autoría, Acqua Santissima, el fiscal expone además los lazos que unen a los mafiosos con la Iglesia.
En su entrevista con Il Fatto Quotidiano, aseguró que el mensaje de Francisco es indigerible en los ambientes de la mafia calabresa. "(Francisco) está poniendo nerviosa a la mafia financiera"; a "quien hasta ahora se ha nutrido del poder y de las riquezas que derivan directamente de la Iglesia". "No sé si la criminalidad organizada está en condiciones de hacer algo, pero ciertamente lo está pensando". Si pudiesen quitárselo de enmedio no dudarían en hacerlo", advierte.