Un Rajoy optimista augura una España infinitamente mejor al fin de su mandato

En su discurso de clausura de la vigésima reunión interparlamentaria del PP celebrada en Córdoba, Rajoy consideró que España "ha salido de la unidad de vigilancia intensiva" y dijo que, frente a las críticas que lanza la oposición, el Gobierno ha "preservado" los "grandes servicios públicos fundamentales", la sanidad, la educación y las pensiones, que además no ha congelado.

Aunque todavía las cosas "no están bien", van a "mejorar", dijo Rajoy en un discurso en el que puso en valor sus reformas e invitó a los dirigentes y parlamentarios populares a que digan a los ciudadanos que los esfuerzos que han hecho en estos casi dos años "no han sido en vano".

Eso sí, en el caso del desempleo, aseguró no estar "para nada satisfecho" porque sería "un insensato" si lo estuviera. "Satisfacciones ninguna y relajación ninguna", dijo Rajoy al referirse al paro, pero también subrayó que en octubre de este año había menos paro en España que en el mismo mes de 2012, y eso no pasaba desde hacía seis años y medio.

Este dato "nos dice que vamos por el buen camino", apuntó Rajoy a los asistentes, a quienes insistió en que "no hay que distraerse", porque aunque se ha recorrido la "parte más difícil" de dicho camino, "la meta todavía no está ahí". Por eso, subrayó Rajoy, hay que "perseverar" para salir definitivamente de la crisis. "No podemos ni sentarnos, ni bajar las manos ni abandonarnos, tenemos que acabar lo que hemos empezado bien", señaló.

En su exposición económica, el presidente del Gobierno volvió a señalar que ya se han corregido buena parte de los desequilibrios económicos que afectaban al país. "Ya sé que estas cosas no se ven en la calle", reconoció el jefe del Ejecutivo, quien no obstante señaló que esos primeros datos de mejora económica son el "prólogo" sin el cual sería "imposible" que dicha mejora acabe llegando a la calle.