BARCELONA. El president catalán, Artur Mas, se mantiene firme en su apuesta de celebrar una consulta soberanista al margen de una autorización del Estado porque "hay marcos legales" para ello, mientras que la líder del PPC, Alícia Sánchez-Camacho, le ha advertido de que "el Gobierno de España no aceptará ningún chantaje".
Mas y Sánchez-Camacho han protagonizado un duro rifirrafe dialéctico en la sesión de control al Govern en el Parlament, en donde Mas ha asegurado que es una "evidencia que la consulta se hará", y ha pedido, en alusión a Québec, que "España sea Canadá".