bilbao. La iniciativa izquierdista a la que se ha sumado Baltasar Garzón para ayudar al PSOE a "derrotar a la derecha" recibió ayer la bienvenida del secretario de Ideas y Programas de la Ejecutiva Federal del PSOE, Jesús Caldera, porque será "una aportación" en positivo tanto la del ex juez de la Audiencia Nacional como la de "todas las manos y todas las mentes progresistas que quieran sumarse a proponer y a debatir sobre el diseño de la nueva economía que buscamos". "Si creo que la derecha moderada debería sumarse a un gran pacto similar al que se fraguó después de la II Guerra Mundial, qué no voy a decir del resto de la izquierda", dijo el exministro de Trabajo.

El apoyo de dirigentes de IU, entre ellos miembros del partido liderado por Gaspar Llamazares, Izquierda Abierta, a la Conferencia Política del PSOE, está provocando mucha polémica. De entrada, los principales dirigentes de IU calificaron la iniciativa de "anécdota". El coordinador federal, Cayo Lara, atribuyó a un intento del PSOE de "lavar su imagen"; mientras que el líder de la corriente interna de Izquierda Abierta, Llamazares, desvinculó a su partido de cualquier acercamiento al PSOE, y defendió la creación de un bloque social y político de izquierdas para desbancar a las políticas del capitalismo, todo ello dentro de IU. En la lista de firmantes figura la exalcaldesa de Córdoba por IU y exministra de Medio Ambiente del PSOE, Rosa Aguilar; José Carrillo, hijo de Santiago Carrillo; así como varios gasparistas.

Quien no perdió ocasión de arremeter contra esta iniciativa de Garzón fue el exsubcomisario José Amedo, condenado por los GAL, revelando que en 1996 el ex juez quiso encarcelar a Rubalcaba cuando era ministro de la Presidencia. Amedo considera "chocante" y "dantesco" que "el ilustrísimo delincuente más activo hoy en día que nunca", en referencia a Garzón, pretenda con su "desinteresada" ayuda al PSOE "derrotar a la derecha española", cuando él la "alzó al poder con la persecución del Gobierno de Felipe González por las actividades de los GAL". "No me extraña que uno de los máximos responsables del encubrimiento de las actividades de los GAL, Rubalcaba, se sienta cómodo con quien también lo fue durante un año para ser nombrado ministro del Interior".