Vitoria. El Gobierno Vasco ultima ya el acto con el que recordará a las víctimas en el Día de la Memoria, que se celebrará el domingo de la próxima semana. La intención de Lehendakaritza pasa por idear un formato que suscite el máximo de los consensos y que no hiera sensibilidades, aunque habrá recordatorio en cualquier caso y con independencia de los apoyos que suscite o de la polémica que ya ha estallado sobre el acto del Parlamento Vasco, del que se ha desmarcado el PP. Según fuentes de Lehendakaritza consultadas por DNA, el acto aún no está cerrado, pero tendrá que ver con la memoria y la educación en los valores de paz y convivencia.

El Gobierno Vasco está convencido de que, en el nuevo tiempo sin ETA, el reto más inmediato y complejo será consolidar la convivencia tras años de conflicto y recelos, que cicatricen las heridas y que los valores éticos se interioricen de tal forma que compliquen en extremo que vuelva a surgir una organización violenta. En ese esquema jugaría un papel imprescindible la educación. El lehendakari, Iñigo Urkullu, ponía en valor esa herramienta esta misma semana en el transcurso del primer Congreso sobre las consecuencias de la guerra, donde apostó por que los valores de la paz se interioricen y sean entendidos como "un absoluto ético".

En paralelo al acto del Gobierno, el Parlamento prepara su propia declaración institucional, aunque el PP no ha tardado en desmarcarse al reclamar que no se mezclen las víctimas del franquismo con los damnificados en periodo democrático porque, a su juicio, sería tanto como equiparar la dictadura con un régimen de libertades. Tras los desencuentros en anteriores ediciones, la falta de consenso en torno al Día de la Memoria ha dejado de sorprender, aunque sí resultaría especialmente llamativo que dos años después del cese definitivo de ETA los partidos sigan sin aunar fuerzas en torno a un mismo texto.

Desde distintos ámbitos se ha interpretado que el PP habría apostado por marcar terreno ante la celebración para aplacar a los sectores más inmovilistas, que han cargado contra el partido y contra el Gobierno español por no desobedecer la resolución europea sobre la doctrina Parot.

El Día de la Memoria se instauró en 2010 en la CAV para que las víctimas fueran recordadas el 10 de noviembre en todas las instituciones, ya fuera a través de ofrendas florales o de declaraciones solemnes. La jornada arrancó centrándose en las víctimas del terrorismo, y no en las policiales, matización que provocó el desmarque de Aralar y EA en el Parlamento Vasco. En años posteriores cambiarían las tornas, y sería la inclusión de las víctimas de abusos policiales la que desataría la crítica de los populares. En ocasiones la división ha llevado a celebrar dos ofrendas florales paralelas en la misma institución , como sucediera en el Parlamento en 2011.

Críticas El delegado del Gobierno español en la CAV, Carlos Urquijo, justificó ayer la postura del PP en que el Día de la Memoria "encuentra su encaje en la Ley de Reconocimiento y Reparación a las Víctimas del Terrorismo". "Por ello, las otras víctimas pueden tener su ámbito de recuerdo, pero el Día de la Memoria estaba establecido para recordar a las víctimas de acciones de terrorismo. Ni víctimas de motivación política, ni víctimas de accidentes de tráfico", zanjó en Cadena Ser. En ese sentido, consideró que su partido no debe participar "en la ceremonia de la confusión", y que serán los demás quienes deban explicar por qué "pretenden adulterar" la celebración.