barcelona. Quizás presionado por la reciente visita de su líder Alfredo Pérez Rubalcaba a Artur Mas, a quien propuso una reforma constitucional donde se reconociera la singularidad catalana, Pere Navarro se desmarcó ayer por completo de la hoja de ruta soberanista de CiU y ERC, a los que acusó de vivir en una "Catalunya ficticia". El primer secretario del PSC aseguró con rotundidad que la consulta no se celebrará en 2014 y acusó al Govern de tapar con ella nuevos recortes sociales. Poco antes, los republicanos habían aireado que el referendo tendrá pregunta y fecha antes del 15 de diciembre del presente año.

Sin embargo, el líder del socialismo catalán, en plena travesía en el desierto en cuanto a respaldo según las encuestas, cargó especialmente contra Mas y Junqueras. Contra el primero, por decisiones como la de elaborar un memorial de agravios contra el Gobierno español o por no pedir que se reúna la comisión Bilateral Generalitat-Estado; y contra ERC, por respaldar los recortes de CiU y condicionar la aprobación de los nuevos Presupuestos a fijar una fecha y una pregunta para la eventual consulta soberanista.

Lo sorprendente es que Navarro, que otras veces defendió la consulta aunque con condiciones, zanjara el asunto con una negativa sin paliativos a la misma. "Ya basta de generar falsas expectativas que saben que no se producirán; basta de alimentar la frustración. Que dejen esta Cataluña ficticia que solo mira hacia la independencia y que se pongan a solucionar todos los problemas que tenemos", argumentó, eso sí, evitando criticar a los miles de ciudadanos que la pasada Diada se manifestaron en la cadena independentista, principalmente porque asistieron muchos miembros del PSC. Con todo, su discurso tuvo un duro mensaje contra el sector crítico del partido, que en los últimos meses ha agudizado su estrategia contraria a las políticas de la dirección, recordando que los últimos meses "no han sido buenos para el PSC" porque se han "perdido en debates internos" que han tapado otras propuestas.

Desde el Govern no tardaron en contestarle. La vicepresidenta Joana Ortega reafirmó el compromiso del Ejecutivo de Mas de que en 2014 haya una consulta, y le solicitó a Navarro que "respete las decisiones que se aprueban con una amplia mayoría en el Parlament". A su juicio, el líder del PSC "debe ser más permeable a este grito ciudadano que exige este derecho a decidir". "Lo que tiene claro el Govern es que en 2014 habrá una consulta, y en esto estamos trabajando intensamente", indicó Ortega, quien precisó que su departamento ya ha consignado una partida presupuestaria para su realización que todavía se puede ampliar. "El señor Navarro frecuentemente tira agua al vino, esta es su especialidad", zanjó.

Por su parte, el diputado de ERC en el Congreso Joan Tardà constató que el Parlament acordará la fecha y la pregunta de la consulta antes del 15 de diciembre, y que cuando esto pase los diputados del PP "enloquecerán". En declaraciones a Catalunya Ràdio, valoró la necesidad de ejecutar lo que está escrito entre las fuerzas favorables al derecho a decidir, "pese a las resistencias y los intentos que se impulsen para hacer fracasar el proceso". "Es evidente que el partido empieza en cinco, seis o siete semanas como máximo, cuando se conozca la fecha y el contenido de la pregunta", describió Tardà.