Bilbao. La situación creada por el cobro de la paga extraordinaria de la Navidad de 2012 de los antiguos cargos del PSE, justo unos días antes de producirse el traspaso de poderes a Urkullu, causó un gran revuelo debido a que la administración socialista aplicó a rajatabla el decreto de Rajoy, que obligaba a no abonar la extra a los funcionarios pero no decía lo mismo de los altos cargos, a los que se le retribuyó con este sueldo. Pese a los promesas del PSE, una vez dejado el Gobierno solo cinco de los 178 altos cargos que ingresaron aquella paga la devolvieron a las arcas de la CAV.

En los últimos días de su mandato, López acordó abonar la paga extra de Navidad, aunque el Tribunal Constitucional paralizó la decisión que afectaba a los 67.000 funcionarios públicos de la CAV, pero no así a los cargos de libre designación como son consejeros, viceconsejeros, directores y asesores del Ejecutivo.

Cuando el Constitucional anuló el pago de la extra a los funcionarios públicos vascos, ya se habían abonado a los altos cargos. "Una vez que las nóminas están cargadas en la aplicación informática lo único que queda es esperar a que sea abonada y proceder a la devolución", decía en aquel momento Idoia Mendia, quien había sido consejera de Administración Pública en el Ejecutivo de Patxi López. En aquel contexto mostró, además, su total convicción en que los altos cargos que habían recibido la extra la iban a devolver.

Pero esta declaración de intenciones no se tradujo en la devolución de los importes, al menos de la inmensa mayoría. De hecho solo una treintena de viceconsejeros y directores se pusieron en contacto con la Administración vasca para pedir información sobre el procedimiento para efectuar la devolución. Y, de los mismos, los que efectivamente pidieron devolverla se limitan a cinco.

A esto se añade que ese grupo de antiguos altos cargos del PSE que se dirigieron al Gobierno vasco reclamaron el mismo trato que al resto de trabajadores de la Administración. Es decir, que en el caso de que el TC falle a favor de devolver esa paga a los funcionarios, ellos también se beneficien de dicha devolución.

El Gobierno del PNV también tuvo que denegar la reclamación de cerca de ochenta exdirectivos socialistas para que se les reintegrara el 5% del recorte salarial decidido en 2010 por el entonces presidente Zapatero, y que se aplicó desde esa fecha. Consideraban que, del mismo modo que no les afectaba el decreto de Rajoy sobre la extra, también podían estar exentos de aquel recorte.