Vitoria. El parlamentario de EH Bildu y coordinador del Consejo Nacional de Sortu, Hasier Arraiz, trasladará por escrito a la Mesa del Parlamento Vasco su versión de los hechos ocurridos en el Pleno del pasado día 3 en el que este aforado llamó "fascista" al portavoz de la bancada popular, Borja Sémper.

La decisión adoptada ayer por la Mesa de la Cámara vasca con el único voto en contra del aforado de la coalición soberanista y vicepresidente primero de este órgano, Juanjo Agirrezabala, supone un nuevo paso en el proceso sancionador iniciado a raíz de la queja formal que el PP presentó ante la dirección del Legislativo autonómico hace dos semanas.

A pesar de que el Reglamento no detalla los plazos pertinentes para completar la audiencia previa o descargo del inculpado, la vicepresidenta segunda de la Mesa, Blanca Roncal (PSE), apuntó ayer la posibilidad de que en la reunión ordinaria que este órgano volverá a celebrar el próximo martes dispongan ya de la versión facilitada por Arraiz y la presidenta, Bakartxo Tejeria, pueda actuar en consecuencia, una previsión compartida por fuentes de la Presidencia de la Cámara vasca.

Su resolución pondrá fin al episodio que comenzó en una abrupta sesión plenaria donde además del calificativo "fascista" también se pudieron escuchar otros adjetivos inusuales en la dinámica parlamentaria como el "proetarra", dirigido por el portavoz de UPyD, Gorka Maneiro a la bancada de EH Bildu, o un "caradura", verbalizado por el propio Arraiz, además de que también desde la bancada soberanista Julen Arzuaga señalara al exconsejero de Interior Rodolfo Ares como "responsable de primera magnitud en vulneraciones de derechos humanos".

Desde Presidencia recordaron ayer que el proceso sancionador propiamente dicho comenzó desde el momento en el que la queja formal presentada ante Tejeria propició la apertura de diligencias que, en un primer momento, estaban encaminadas a determinar quién había llamado fascista a Sémper después de que éste destacara desde el atril de oradores que "lo mismo que ha sido derrotada ETA militarmente, van a ser derrotadas, no les quepa la menor duda, por el Estado de derecho, las ideas que ha defendido ETA".

El PP señaló desde un primer momento a Arraiz como responsable de los hechos. El coordinador de Sortu tardó once días en romper su silencio para reconocer a través de un artículo publicado el pasado domingo en el diario Gara que había faltado al "decoro parlamentario" y que asumía la responsabilidad de sus actos.

No obstante, lejos de retractarse justificaba el epíteto empleado en el contenido de la intervención de Sémper, aunque matizando no tener "personalmente nada en contra" del aforado conservador.

Entre los antecedentes parlamentarios de casos en los que también se abordaron infracciones de carácter leve, como se considera la actual, el más reciente tuvo lugar hace más de una década. En concreto, el entonces parlamentario del PP Ricardo Hueso mandó "a tomar por culo" al lehendakari Ibarretxe, un episodio que se saldó con una condena verbal por parte del presidente del Parlamento Vasco en el año 2000, Juan Mari Atutxa, pero sin sanción. Las sanciones van desde la amonestación hasta la suspensión temporal de los derechos como aforado.