iruñeA. Luis Goñi, el joven navarro condenado a seis años de prisión por pertenencia a Segi, pasó ayer su primer día en la cárcel de Iruñea. Su ingreso en el centro penitenciario se produjo después de que fuera arrestado, poco después de las 1.30 horas de la pasada madrugada, en la plaza de Navarrería de Iruñea.

Su detención fue el punto final a once horas protegido por el muro popular que numerosas personas habían levantado en torno a las 14.30 horas del domingo y que se mantuvo especialmente concurrido durante las horas centrales del día. Con la entrada de la noche, la zona presentaba un aspecto más despejado. No obstante, eran algo más de dos centenares los jóvenes que se disponían a dormir al raso cuando la Policía Nacional irrumpió en Navarrería, antes de que casi nadie hubiera empezado a conciliar el sueño sobre las colchonetas y esterillas improvisadas sobre la marcha. La presencia del amplio dispositivo de la Policía, alertada por los propios integrantes del muro popular a través de una sirena, provocó que se vivieran los primeros momentos de tensión. Parlamentarios de EH Bildu y otros cargos electos de la izquierda abertzale, que durante toda la jornada se habían turnado la vigilancia de la zona con el fin de comunicar a los agentes que se trataba de una protesta pacífica, apenas tuvieron tiempo de enseñar sus credenciales antes de ser zarandeados por la Policía y de recibir, uno de ellos, un porrazo. A partir de ese instante, la Policía fue desalojando uno a uno a todos los que protegían a Goñi. Fue una intervención rápida, de poco menos de 10 minutos. Hubo contusionados pero la operación no dejó heridos graves.

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, tildó de "paradójico" que "la cantera de ETA" se reivindique como defensora del pacifismo y pretenda practicar una "defensa a lo Gandhi de resistencia pacífica".