Vitoria.
¿El PP de la CAV tiene margen para marcar un perfil propio en debates como la pacificación o el autogobierno?
Es un hecho y así lo reconocen nuestros interlocutores y la sociedad vasca, y tenemos margen para seguir andando en esa dirección.
Apenas se percibe ese perfil propio, más aún cuando la semana pasada la líder del PP catalán se llevó la reprobación del partido por defender un modelo de financiación para Catalunya que se sale del guion de La Moncloa.
Que nos lo digan a nosotros, ya que tanto Basagoiti como Quiroga han dado un puñetazo encima de la mesa más de una vez. El último ejemplo es la defensa del Concierto económico que ha hecho el PP vasco, que muchas veces no es comprendida por compañeros del resto de España. Alicia Sánchez-Camacho ha hecho una propuesta viendo la difícil situación por la que pasa Cataluña y, aunque le va a costar sacarla adelante, ha hecho muy bien y nadie va a reprocharle que haga propuestas.
¿Cree oportuna para el proceso de paz la suspensión de actividades de Herrira?
Es una decisión de los jueces tan complicada de tomar que cuando la Audiencia Nacional la adopta es que entiende que hay elementos suficientes de prueba que le llevan a decir que el núcleo de Herrira está funcionando a las órdenes de ETA y que su actividad, aunque esté disimulada por una labor de apoyo a familiares de presos, esconde la presión a esos reclusos.
¿Se trata de un aviso a navegantes para Sortu?
No creo que tenga que serlo. Pero sí sirve para que aquellos que piensan que está todo ganado sepan que todavía les queda un recorrido que hacer, que el Estado de Derecho no puede tolerar que se generen estructuras que sirvan de apoyo a la banda terrorista y que el objetivo es conseguir la disolución de ETA. Soy de los convencidos de que, visto lo visto en los últimos meses, se ha dado un retroceso en el discurso de EH Bildu. Se ve en la chulería de su discurso, con insultos, cercando nuestras sedes, tratando de intimidarnos... Están volviendo a unas maneras que creía superadas. Solo cuando sienten la presión del Estado de Derecho son capaces de asumir que deben seguir dando pasos en la dirección hasta la disolución de ETA.
¿O sea que la operación contra Sortu está diseñada por el Gobierno para obligar a Sortu a que se modere?
No. Es una decisión de los jueces. Si han decidido cargar contra Herrira, estoy convencido de que es porque tienen pruebas. No podemos tolerar que vuelvan a recomponerse estructuras del entramado de ETA. Las familias de los presos deben darse cuenta de que tienen que constituir organizaciones que les arropen, pero que no tengan nada que ver con la banda terrorista.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, lleva meses advirtiendo a Sortu de una posible ilegalización.
Lo que dice el ministro es que deben seguir cumpliendo las condiciones que propiciaron su legalización y les avisa de que, igual un día, los jueces les dan un susto. Espero que eso no pase nunca, pero todos nos deberíamos comprometer a exigirles que cumplan los mínimos requisitos democráticos y una reflexión seria.
¿No mejoraría la situación si el Gobierno español aflojara algo su negativa a acabar con la dispersión o con un trato diferente a los presos enfermos?
La pelota está en su tejado. En la medida en que ETA dé pasos hacia su disolución irá dejando de tener sentido la dispersión, porque esta solo pretende alejar a los presos de la presión de la banda. En el momento en que ETA anuncie su disolución, acabará la dispersión. Ellos lo saben. Hay una vía abierta para la reinserción y es ETA la que no les permite andarla. Ellos plantean que se mueva el Gobierno; nosotros decimos muévanse ustedes y entonces el Gobierno responderá.
Conclusión: nadie se mueve.
¿Pero, democráticamente, quién se tiene que mover? ETA, anunciando su disolución. ¿Si no tienen intención de atentar, por qué no se disuelven? El problema es que quieren seguir utilizando a los presos como un arma política para el victimismo, para mantener prietas las filas y seguir manteniendo un chantaje latente contra esta sociedad. Creemos que la posición más eficaz para conseguir más pronto que tarde esa disolución de ETA es aguantar la presión. Gracias a que hemos mantenido el tipo, hay ya un runrún de que están dispuestos a dar más pasos.
¿Si Estrasburgo tumba la 'doctrina Parot', el Gobierno deberá poner en la calle a las decenas de presos de ETA afectados?
Si lo hace será porque no ha entendido nada de lo que pasa en este país. Los presos de ETA quieren la legislación franquista porque hay trampa. En la legislación franquista había una redención de penas porque a los asesinos múltiples les condenaban a condena perpetua. Si Estrasburgo lo tumba, el Gobierno tendrá que acatar la sentencia, pese a que algunos paguen con un año de cárcel por cada asesinato.
¿Y qué le parece que el exgeneral Galindo haya salido de la cárcel tras cumplir dos años de pena por Lasa y otros dos por Zabala cuando estaba condenado a 75 años?
No me parece razonable esa decisión, no la comparto. No me parece oportuna y creo que genera la misma alarma social que la que pueda originar que salgan a la calle los de la doctrina Parot. No me gusta.
¿Quién es el responsable de esa decisión?
Un sistema muy garantista y unos jueces que han tomado la decisión.
¿El PP ha condenando con la suficiente contundencia las adhesiones al franquismo de algunos de sus alcaldes o incluso de dirigentes de Nuevas Generaciones?
Claro que sí. Somos un partido con 700.000 militantes y creo que son ocasiones muy puntuales, que se airean inmediatamente. Tontos hay en todas partes, también en el PP, y no creo que haya que sacar nada de quicio. Al revés, creo que hay partidos que están empeñados en atacar las instituciones del Estado y la Corona con símbolos preconstitucionales. ¿Por qué el PP rechaza sistemáticamente cualquier legislación para apoyar a las víctimas del franquismo, castigar a sus responsables o a quienes hacen apología de la dictadura?
Porque vemos que es un tema que se quiere utilizar como arma arrojadiza, no para investigar ni aclarar nada, sino para tratar de colocar el sambenito al de enfrente. En el PP vasco buena parte de los dirigentes actuales pertenecemos a familias ligadas al nacionalismo y, en cambio, hay muchos en el PNV, por ejemplo, cuyos abuelos estuvieron con el franquismo. Las cosas cambian. Algunos nos quieren colocar etiquetas muy injustas. Nosotros no tenemos nada que ver con el franquismo. No podemos consentir que nos devuelvan al enfrentamiento que vivió nuestra sociedad hace ochenta años.