Bilbao. PNV, PSE y PP dieron ayer un paso más para activar su reforma fiscal en Gipuzkoa, donde disponen de los votos necesarios para ponerla en marcha a pesar de que no cuente con el visto bueno de la Diputación de Bildu. Los tres partidos registraron conjuntamente sus propuestas sobre el IRPF, el Impuesto de Sociedades y el de Sucesiones, aunque el PP quiso marcar perfil presentando una cuarta reforma al margen del pacto que afectaría al Impuesto sobre la Riqueza y las Grandes Fortunas, una variación del Impuesto de Patrimonio vigente únicamente en Gipuzkoa y que no termina de convencer a los populares. Ese punto no figuraba en el acuerdo y, según adelantaban anteayer fuentes de la negociación a este periódico, antes de tomar decisiones las partes habían apalabrado observar en primer lugar cómo evoluciona la recaudación este año para comprobar si el impuesto distorsiona los resultados de la CAV. No obstante, al no recogerse en el pacto ningún compromiso expreso y por escrito con la pervivencia del impuesto, el PP podría haber entendido que gozaba de libertad de maniobra en ese ámbito. Según las fuentes consultadas por este diario, el episodio no haría peligrar el acuerdo en su globalidad, y tampoco los populares pretenden tensar la cuerda exigiendo respaldos.

Desde la dirección del PP en la CAV negaron cualquier deslealtad por su parte y aseguraron a este periódico que la presentación de la iniciativa en Gipuzkoa no podría haber tomado por sorpresa a sus socios porque ya estaban al corriente. "Estaba hablado al más alto nivel, y sabían que íbamos a presentarla. Lo sabían Andoni Ortuzar y el PSE. Y Arantza Quiroga lo avisó públicamente el martes", resumieron. Aunque quepa augurar un limitado recorrido a la iniciativa, que no encontrará el respaldo de ninguna otra formación, el PP aprecia margen, y apela al PNV "porque tiene que entender que la armonización fiscal entre los tres territorios debe estar por encima de todo lo demás".

El partido podría tratar de buscar así la complicidad de los jeltzales tras haber pactado con ellos el Impuesto de Patrimonio vigente en Bizkaia y Araba. El PSE, por su parte, ayudó a Bildu a activar el Impuesto sobre la Riqueza en Gipuzkoa. Fuentes socialistas quitaron hierro al desmarque del PP y puntualizaron que el acuerdo no hablaba de ese tributo, pero tampoco impedía presentar una propuesta al respecto. Tras haber renunciado a algunas de sus iniciativas en pos del consenso -aunque PNV y PSE han aceptado buena parte de ellas-, el PP podría tratar ahora de exhibir un perfil propio al menos en el Impuesto sobre la Riqueza.

Los jeltzales defienden una versión muy diferente a la del PP. Fuentes del partido aseguraron a este periódico que la dirección vasca del partido se había comprometido a preservar la unidad sobre la reforma fiscal. Los jeltzales sostienen que las conversaciones arrancaron anteayer, cuando el PP de Gipuzkoa puso al PNV al corriente de sus intenciones. Sabin Etxea derivó entonces esa petición a la delegación jeltzale encargada de negociar la reforma fiscal, que entendió que la propuesta no tendría encaje. El PNV trasladó su respuesta a Arantza Quiroga e Iñaki Oyarzábal, quienes se habrían comprometido a parar la iniciativa guipuzcoana. "Se ve que no han sido capaces", resumen. El PNV de Gipuzkoa también muestra su desconcierto. "Entre lo que dice Quiroga y lo que dice el PP de Gipuzkoa, o hay diferencias o hay problemas de comunicación", sentencian.

la propuesta Desde el PP de Gipuzkoa, su portavoz en Juntas, Juan Carlos Cano, insistió en apuntar a este medio que "PNV y PSE lo sabían", y puso también en valor las declaraciones de Quiroga. Sobre la reforma, precisó que el PP tratará de cambiar "aspectos referidos a los pequeños empresarios y autónomos", eliminando la obligación de incluir en su patrimonio activos como furgonetas o almacenes. El texto de la propuesta, al que pudo tener acceso este medio, aboga por la "armonización fiscal" con el resto de territorios, aunque no cambia el mínimo exento, que se sitúa en los 800.000 euros en Bizkaia y Araba -400.000 en vivienda habitual-, y en 700.000 en Gipuzkoa -300.000 en la vivienda-. Sí se propone dejar al margen los bienes afectos a la actividad económica, uno de los principales cambios que introdujo Bildu.

El PNV sostiene que Quiroga y Oyarzábal

se comprometieron a parar la iniciativa de los 'populares' de Gipuzkoa

Arantza Quiroga, en una anterior comparecencia. Foto: efe